Grupo de Expertos Solynieve prosiguen firmes con su triple revolución: por un lado, la sonora, con la que sacuden las bases de la tradición musical andaluza para marmolar su meollo músico-estético con el del folk-rock-pop norteamericano también del sur, principalmente de California; por otro, la discursiva, la que llama a la acción (y a la reacción) a través de unos versos claros y afilados; y, en última instancia -relacionada con la anterior-, la motivacional, que apela a adoptar un modo de vida y una actitud ante ella realista y honesta, basada en la calma, la sencillez y, por encima de todo, la justicia. Este triángulo estilístico, lírico y teórico, de esencia arrebatadoramente granadina, brilló en todo su esplendor en su último LP hasta la fecha, “El Eje de la Tierra” (El Ejército Rojo, 2012), en el que J, Manu Ferrón, Víctor Lapido, Miguel López, Antonio Lomas y Raúl Bernal ofrecieron en bandeja de plata unas composiciones repletas de luminosidad y poesía de raíces nazarís pero alcance universal para esa porción de la humanidad inquieta -y sabedora de que otro mundo debe ser posible- que las recibió como agua de mayo. Quizá, la negrura de los tiempos en que esos temas vieron la luz marcó la necesidad de acudir a canciones que purgaran malestares y cortasen en pedazos la dura realidad.
Esa necesidad se mantiene viva, sobre todo debido a que la oscuridad de las circunstancias presentes ha aumentado dolorosamente. Un hecho que se plasma en la nueva referencia de Grupo de Expertos Solynieve, el EP “Colinas Bermejas” (El Segell del Primavera, 2014), primera entrega para el sello El Segell del Primavera en un formato que la banda siempre ha tratado con mimo y en el que, guiada por la diáfana y granaína voz de J -en esta ocasión la de Manu Ferrón se queda en segundo plano- vuelve a disparar sus críticas contra el sistema imperante de una forma pausada y reflexiva. En este caso, “Año Nuevo” es el corte que resume esas sanas intenciones para dejar clara la postura del Grupo y establecer las pautas de su reposada subversión entre aires de trompeta fronteriza que obligan a pensar en un desplazamiento de los granadinos desde California a Arizona.
Por otra parte, “Fandango de la Libertad” pone sobre la mesa la ya comentada perspectiva que el Grupo posee sobre la vida y la manera de afrontar sus avatares, recreándose otra vez entre melodiosos arreglos de viento para profundizar sin miedo en su empeño por actualizar las estructuras clásicas del folclore andaluz según los estándares del folk-rock sureño soleado y pacífico -tomado el adjetivo en sus acepciones geográfica y sosegada-. Por mucho que los defensores clásicos afirmen lo contrario, como se comprobó en el revelador e impagable encuentro entre J y el cantaor José Menese en el programa de TVE “Mapa Sonoro”, lo antiguo puede (y, a veces, debe) modernizarse. Con todo, en este EP Grupo de Expertos Solynieve no se concentran exclusivamente en su permanente afán renovador, ya que abren levemente la ventana para que entren brisas sonoras conocidas: en “Ola de Calor” se advierten formas y fondos que remiten a Los Planetas y que encajan a la perfección con el discurrir parsimonioso de la canción, reflejo cálido de su origen granadino; y, de un modo similar, en “Sahariana” se detectan destellos planeteros entre el polvo de su psicodelia arenosa, más lisérgica que litúrgica.
“Colinas Bermejas” está compuesto por sólo cuatro temas, pero este pequeño puñado de canciones es lo suficientemente grande como para condensar las propiedades primordiales del repertorio de Grupo de Expertos Solynieve y dar más sentido y lustre a su triple revolución, que va más allá del elemento sonoro, discursivo y motivacional para mostrarse, en definitiva, como una rebelión vital.