¿Alguien pensaba que después de El Clásico se iban a calmar los ánimos en La Liga? Ni mucho menos. El panorama está más caldeado que nunca…
Después de la tormenta desatada por el trepidante enfrentamiento entre Real Madrid y Barcelona, ¿llegó la calma a la Liga? Para nada. El campeonato se encuentra en su fase decisiva, en la que cada equipo se juega la vida pensando que puede explotar de alegría o caer en la más absoluta de las depresiones en noventa minutos. Si no, que se lo digan al Real Madrid, cuyo vía crucis post-Clásico continuó con otra dolorosa derrota (2-1) ante un Sevilla que sacó los colores a los blancos y los coloretes a Gareth Bale: primero, la cenicienta galesa se preocupó antes de cambiarse sus horteras botas naranjas en la banda que de defender al contrario durante la jugada que propició el gol de la victoria sevillista; y, hacia el final del partido, privó al comandante Cristiano Ronaldo, delante de sus narices, de lanzar una falta que podía suponer marcar el tanto del empate.
Claro, al portugués se le cruzaron los cables mientras daba explicaciones a un banquillo en el que Ancelotti se hacía el sueco. Total, que el Real Madrid perdía el partido y empezaba a ver cómo se alejaba un poco más el tren de la Liga (ahora es tercero en la tabla, a tres puntos del líder, el Atlético de Madrid). Su posterior goleada en casa ante el Rayo Vallecano por 5-0 tranquilizó los ánimos merengues pero no evitó que la afición dedicara algunos silbidos a determinados jugadores -como el trishte Cristiano, el rebautizado Gareth ‘Fail’ o el portero Diego López (centro de la polémica originada otra vez por los defensores del otro guardameta blanco, Iker Casillas)- y al míster Ancelotti -que hasta recibió críticas veladas del bocazas Mourinho-. Por si esto fuera poco, estos días pasados se desveló que Cristiano Ronaldo sufre una lesión en su pierna izquierda que le impedirá participar en algún partido de Liga, en la final de la Copa del Rey contra el Barça y, quizá, en las semifinales de la Champions League. Se encienden, por tanto, todas las alarmas en la casa blanca. Aunque, para alarmante, el tema y el videoclip del grupo de electrolatino de Jesé, promesa madridista. Pásenme la pistola reggaetonera que me voy a pegar un tiro en la sien…
En el Barcelona son más de Shakira, of course. Pero su música no cura lesiones, como las que también han sufrido, por un lado, Víctor Valdés, que se perderá lo que resta de Liga -por lo que ya se despidió de su actual club, ya que lo abandonará en verano-; y, por otro, Piqué, debido a un golpe en la cadera -toda una metáfora shakiriana…-. Así que la retaguardia de los culés queda en manos de Pinto -guardameta que colaría como bajista de banda metalera- y una defensa blandengue, complicaciones deportivas que se suman a un nuevo lío en los despachos: la FIFA ha sancionado al Barça con la imposibilidad de realizar fichajes hasta el verano de 2015 por vulnerar la ley de transacciones de jugadores menores de edad. Vamos, que las futuras contrataciones culés serán así:
Las sospechas de que existe una mano negra que actúa contra el Barcelona no tardaron en salir. Aunque el día a día de algunos miembros del club refleja que la situación se la trae al pairo. Dani Alves y Neymar dan fe de ello en plena fiesta infantil cumpleañera…
A pesar de todo, el Barça se mantiene segundo en la Liga y competirá en la final de Copa. Eso sí, cayó estrepitosamente en Champions ante el Atlético de Madrid, lo que hizo que llovieran palos por doquier, sobre todo en la espalda del ‘Tata’ Martino, más fuera que dentro del banquillo barcelonista por no saber mejorar el juego de una plantilla que saca adelante los partidos a base de penaltis y goles marcados en propia puerta por sus contrarios.
El Atlético de Madrid sí que es un equipo hecho y derecho. Su entrenador, el ‘Cholo’ Simeone, está adquiriendo tintes (no capilares) de semi-dios; y su doctrina, el cholismo, se está convirtiendo en una auténtica religión gracias a una trayectoria sólida e intachable. Hagan un mejor o peor fútbol, cuenten o no con su goleador Diego Costa o tengan a los árbitros a favor o en contra, los colchoneros permanecen firmes en el liderato de la Liga. Su filosofía del ‘partido a partido’ funciona a la perfección y, como siga así, habrá que ir encargando un monumento dedicado a los jugadores rojiblancos y a su jefe, Simeone, verdadero capo de la Liga.
Hablando de términos mafiosos, en Valencia aún está coleando una historia al más puro estilo “Crematorio” o “Los Soprano” protagonizada por dos de los ex-presidentes más recientes del principal club de fútbol de la ciudad. Básicamente, uno de ellos, Juan Soler, contrató a un sicario (italiano, lógicamente) para secuestrar a su sucesor en el cargo, Vicente Soriano, y tratar de que este último saldara una millonaria deuda contraída con el primero. Esta es una (otra) de esas historias que enseñan qué clase de ratas se mueven en las cloacas del fútbol español y la calaña de ciertos personajillos que pululan o han pululado por las entrañas de la Liga.
Al Valencia CF le gustaría que se hablara más de cuestiones balompédicas (como su heroico pase a la semis de la Europa League), pero su irregular situación en Liga no invita al optimismo, ya que se mueve en tierra de nadie mientras observa cómo otros equipos le pasan por encima. Como el Sevilla, que está ratificando nuestra predicción de que sería unos de los animadores del torneo durante la segunda vuelta tras ganar siete de sus últimos ocho partidos y acercarse como una bala a la cuarta posición. Ahí sigue bien anclado el Athletic de Bilbao, con una ventaja prudencial sobre sus perseguidores. Si no quedaran sólo seis jornadas para la conclusión, el Rayo Vallecano podría rozar esa zona de privilegio impulsado por su trayectoria ascendente, que le ha permitido salir de la condena a la Segunda División. Imposible no hacerse todavía más fans de su entrenador, Paco Jémez. Eso sí, debe andarse con ojo, porque la lucha por salvarse del descenso de categoría está igualadísima: los equipos que ganan una semana, pierden a la siguiente y viceversa. Con lo que las opciones de evitar la quema se están repartiendo equitativamente… excepto para el Betis, que tiene toda la pinta de que no lo salvan ni la Virgen de la Macarena y del Rocío juntas.
Se esperan tensión y emociones muy fuertes en lo que queda de Liga, aunque no debemos olvidar que entre medias se celebrará (la próxima semana) la mencionada final de Copa entre Real Madrid y Barça en una nueva edición del ‘Clásico’ y se disputarán las semifinales de la Champions League con el Real Madrid y el súper-Atleti implicados. Inevitablemente, todo ello influirá en el devenir del campeonato local, por lo que tendremos que ampliar esta columna a la Copa y la Champions (para dummies). Permanezcan atentos a sus pantallas…