Hablemos de Vernor Winfield McBriare Smith IV… No se fíen del pomposo nombre: no se trata de ningún caballero británico de vida cuadriculada en la que por la mañana se acicala el mostacho, por la tarde toma el té en un elegante salón y a la hora de la cena vuelve a su casa en un impecable velocípedo. Al contrario: tan regios apellidos pertenecen a un músico de aspecto algo desastrado, fan de las camisas de franela y las viseras de camionero y devoto de Jonathan Richman bautizado artísticamente como Mac DeMarco. Un aspecto que se relaciona a la perfección con su estilo sonoro, inclinado hacia el pop-rock lo-fi de factura doméstica, que empezó a cultivar discretamente en el proyecto compartido Makeout Videotape. Su salida del anonimato se produjo a lo largo del año 2012, cuando este peculiar singer-songwriter canadiense publicó su primera referencia bajo su actual alias, el EP “Rock And Roll Night Club” (Captured Tracks, 2012), y pocos meses después su estreno en largo, “2” (Captured Tracks, 2012). El hecho de que ambos trabajos llegasen avalados por la siempre fiable Captured Tracks obligaba a seguir con atención la pista de Mac DeMarco, cuya valía se ratificaba gracias a unas canciones frescas, pegadizas, de pátina chatarrera pero núcleo sólido.
Gracias a Mac DeMarco se comenzó a hablar con más asiduidad del denominado slacker rock (rock vago o flojo), concepto de cual él era fiel practicante y extraordinario representante al plasmar en sus composiciones ese modus vivendi en el que se observa con pachorra cómo transcurre la vida, mientras se deja que el cuerpo repose sobre el tronco de un árbol o se tumbe en el suelo para perder la mirada en las nubes con una brizna de hierba entre los labios. Así, su gran habilidad residía en construir, a partir de un material tan sencillo y a la vez frágil como los sucesos cotidianos, relatos de espíritu autobiográfico pero con los que el receptor podía identificarse al instante y conectar con el canadiense obviando su singularidad y aparente frikismo. De hecho, cuando le hicimos un obligatorio hueco en nuestra sección WhatsHype!?, nos preguntábamos si DeMarco sería capaz de mantener en sus siguientes pasos esa altura compositiva, evitando el peligro de resultar demasiado redundante o de caer en la simple parodia de sí mismo.
Pues bien, en su segundo LP, “Salad Days” (Captured Tracks, 2014), Mac DeMarco certifica que ha sabido sostener (y, por momentos, enriquecer) el nivel mostrado en “2”, conservando intacto el pulso perezoso de su acostumbrado pop-rock de baja fidelidad humedecido con gotas psicodélicas (condesadas aquí en la instrumental “Jonny’s Odyssey”), a pesar de que esta vez alcanza el oído más limpio y nítido (como constató su single de adelanto, “Passing Out Pieces”, con un sonido más lleno y cuajado) e introduce novedades como el uso de sintetizadores (tremendamente melancólicos en la ídem y casi chill wave “Chamber Of Reflection”). Estos pequeños grandes cambios formales vienen acompañados de similares variaciones en su lírica, basada como antaño en historias normales del día a día pero que esta vez se abre para reflexionar sobre cuestiones mayores: el paso del tiempo en la titular “Salad Days”; las idas y venidas del amor en “Let Her Go” y “Treat Her Better”; la soledad en la mencionada “Chamber Of Reflection”; y el escapismo vital en la también sentida “Go Easy”, de lo mejor del lote y que enseña la cara emocional de su autor, veta que podría explotar con más ahínco en el futuro.
Es probable que, durante la gestación de «Salad Days», a Mac DeMarco le hubiera afectado más de la cuenta el hecho de grabar a solas en su apartamento de Brooklyn… Fuera como fuera, lo que no ha perdido es su verbo fácil para dar esplendor a ese subgénero etiquetado como slacker rock, una vía expresiva convertida en defensa contra la negrura de la vida (como queda patente en la positiva y súper-relajada y relajante “Brother”) y en una manera de encarar los avatares de la existencia que, quizá, habría que adoptar con más frecuencia. Háganle caso a Mac, un tipo capaz de alejarse miles de millas de la rimbombancia que sugiere el Vernor Winfield McBriare Smith IV que aparece en su documento de identidad. A veces, las apariencias (nominales) engañan… para bien.
Audio: https://soundcloud.com/capturedtracks/brother