Los responsables detrás de Openhouse Project dan el salto y editan Openhouse Magazine, una revista muy especial que busca a gente que comparta sus espacios con los demás.
En estos tiempos que corren, todos tenemos cada vez más claro que las únicas revistas que sobrevivirán en papel serán aquellas que ofrezcan algo único que las diferencie del resto y que hagan que desees tenerlas, ojearlas y volver a ellas de vez en cuando. A priori, puede parecer una idea triste, pero cuando empiezas a mirar alrededor y a ver las propuestas tan geniales que están surgiendo en estos días, la cosa no parece tan funesta sino todo lo contrario, porque al final todo es el darwinismo llevado al límite: sobrevivirán las que merezcan de verdad la pena.
En pocos días nacerá una de estas revistas que nosotros estamos convencidos que perdurará como ejemplo de buen hacer en papel. Se llama Openhouse Magazine y es el nuevo magazine que han puesto en marcha el interiorista Andrew Trotter y la fotógrafa Mari Luz Vidal. Ambos están detrás del proyecto Openhouse Project, del que la revista será una extensión en versión delicatessen y cuidada hasta el mínimo detalle. Andrew y Mari Luz plantean una nueva idea del anfitrión y buscan hogares y espacios de trabajo que trasciendan su utilidad más básica. Ellos, por ejemplo, empezaron hace dos años abriendo su propia casa como galería de fotos, y cada tres meses organizan una exposición fotográfica que acompañan de visitas guiadas y rematan con una cena privada para quince personas junto a Ana Schulz. Además, organizan sushi parties y conciertos de música clásica con cenas junto a su compañero de piso, el chef Nobu Kawagoe.
En Openhouse Magazine, Andrew y Mari Luz van en busca y captura de otras casas que, como la suya, acojan actividades y la creatividad en cualquiera de sus estados. La revista/libro tendrá dos números al año y tendrá un formato A4 con páginas a todo color. El primer número (del que se hará una primera tirada de 2.500 ejemplares) recoge el trabajo de un año entero, tiempo en el que han contactado y hablado con personas que comparten su espacio vital con los demás, ya sea haciendo talleres, charlas, cenas, conciertos o exposiciones en sus casas, o simplemente abriéndolas para viajeros que quieran vivir una experiencia diferente. La idea es conseguir una guía de espacios privados de todo el mundo que den buena cuenta de lo que se cuece a nivel creativo y social en cualquier ciudad.
El primer número se inaugura, como no podía ser de otra manera, con el proyecto personal de los fundadores, Openhouse Barcelona. Pero también se van a una casa de Milán donde la gente cocina sus recetas favoritas para que el anfitrión las fotografíe. Visitan uno de los musts londinenses, el espacio The Pale Blue Door, junto a su responsable, Tony Hornecker. Junto a la firma Bless se van a su casa/showroom de Berlín. Con el arquitecto Jo Nagasaka viajan hasta Tokyo para hablar de su despacho, que abre al público para hacer de todo: desde exposiciones hasta cenas. En la Costa Brava nos encandilan con la masía de Luis y Jacobo, Palau de Casavells; y visitan la casa de Niki Robinson, que la abre siempre que puede a todo aquél que la quiera visitar.
Un proyecto, como veis, único y que, además, sí merece tener continuidad y en el que puedes participar de forma directa en su página de Kickstarter con diferentes modalidades de colaboración. Corren tiempos difíciles para las revistas, pero a las iniciativas como Openhouse Project hay que apoyarlas desde el principio.