Si eres fan de Henry David Thoreau, no deberías perderte «Musketaquid»: el equivalente acuático y fluvial del celebrado e imprescindible «Walden».
Hace unos meses, Thoreau era omnipresente… Bueno, lo cierto es que sigue siéndolo, pero ahora ya entendemos un poco más el por qué de aquella omnipresencia. Es normal que, en tiempos de crisis como la actual, la gente se agarre a libros como «Walden» o como «Cartas A Un Buscador De Sí Mismo» (ambos publicados en nuestro país por la editorial Errata Naturae). Es lo que tiene: cuando la ciudad se revela como un lugar inhóspito, como un territorio que te rechaza y que te pide demasiado para darte a cambio demasiado poco, lo habitual es girar la cabeza y mirar hacia la naturaleza como un espacio ideal (que no idealizado) donde volver a ser nosotros mismos. Sin pamplinas. Sin tonterías. Así que no es de extrañar que Thoreau se haya convertido en el autor de cabecera de todos aquellos que buscan salidas a la crisis actual. Eso sí, cualquiera que tenga «Walden» como libro de cabecera no puede pasar por alto la existencia de «Musketaquid» (de nuevo editado en España por Errata Naturae), ya que este cierra un díptico imprescindible junto a aquel otro.
«Walden» era un canto a los bosques, a la posibilidad de vivir en una cabaña cerca de una laguna totalmente desconectado de las ciudades y de la urbanización desalmada… y «Musketaquid«, que hasta ahora nunca había sido publicado en nuestro país, viene a ser su equivalente acuático. Igualmente basado en la biografía del autor, este libro recoge la experiencia de Henry David Thoreau y de su hermano John, quienes decidieron construir una barca con sus propias manos y lanzarse a la aventura de descender el río Concord (de hecho, Musketaquid es el nombre indio de este río). Poco después de volver de este viaje, John se cortaría afeitándose y no tardaría demasiado en morir de tétanos. Este fallecimiento impelió a Thoreau a escribir un libro vibrante donde el descenso del río va parejo al flotar del pensamiento, al fluir de los diálogos, componiendo así otro manifiesto a favor de la posibilidad de vivir en comunión con la naturaleza. Repetimos: en tiempos de crisis, ¿quién no está programado genéticamente para adorar un libro como «Musketaquid«?