Todos sabemos qué es «El Territorio Interior«… Vale, estamos haciendo trampa: habrá quien no sepa qué libro es este, pero absolutamente todos sabemos qué es ese territorio interior al que nos exiliamos cuando resulta que el territorio exterior se convierte en algo demasiado agreste e insoportable. ¿Quién no se ha descubierto soñando con los ojos abiertos alguna vez que otra? Es inevitable que (y permitidnos que hablemos en plata), cuando la vida se convierte en algo que básicamente es una mierda, nos dé por pensar que la vida «de verdad» está en otra parte, dentro de nuestra cabeza, donde los paisajes son más vibrantes, la gente más interesante, el sol más caluroso, el cielo más azul y, al final y al cabo, donde nosotros podemos ser una mejor versión de nosotros. Ese territorio interior es el que el poeta Yves Bonnefoy se ha dedicado a encapsular en todas y cada una de las páginas de «El Territorio Interior«, libro publicado ahora en nuestro país por la siempre estimulante editorial Sexto Piso.
Es este un manuscrito donde, viniendo Bonnefoy de la práctica lírica de la que viene, está repleto de poesía. Y como de esto entienden más en Sexto Piso que nosotros, permitidnos citarles literalmente para describir lo que se puede encontrar dentro de «El Territorio Interior«: «Al leer este libro habremos aprendido que el sueño, igual que nosotros, es mortal, y que comparte nuestra fragilidad y nuestro destino. Que el río en su cauce, la simple yerba, el jazmín, los olivos, el asfódelo, la cima inalcanzable de la montaña y la tierra que pisamos son nuestro único reino perdurable. Las palabras de este volumen son la llave de ese reino oculto: quien las lea abrirá las puertas de un territorio interior, secreto, donde el fruto y los labios, la vida duradera y la vida del polvo, la realidad y el sueño, han pactado una momentánea reconciliación«. ¿Te apetece soñar con los ojos abiertos y un libro en las manos?