Hay veces que cuesta pasar por encima de las referencias, que cuesta horrores obviarlas… Pero, señores y señoras, es necesario hacerlo. Bueno, no siempre: sólo cuando hay un buen motivo para hacerlo. Pongamos como ejemplo el caso de Nightcrawler: basta echar un vistazo a las imágenes de portadas y gráficas que pueblan su Facebook para que un nombre te venga a la cabeza: Kavinsky. Pero es que es escuchar tres segundos de cualquiera de sus canciones y las coordenadas en las que opera este hombre te quedan más que claras: French Touch, sintes ochenteros, la banda sonora de «Drive«, Chromatics… Y, de entrada, reconozcámoslo: da un poquito de pereza. La cuestión es que, si pasas esos tres primeros segundos de escucha, resulta que esto es lo más parecido a un sonoro «¡Zas! ¡En toda la boca!»: la atención se centra al cien por cien y las referencias te la traen al pairo porque, señoras y señores, lo que hay aquí es musicón puro y duro.
Haz la prueba con «Genesis«, el primer single extraído del nuevo álbum de Nightcrawler, que se titula «Metropolis» (Nightcrawler Music, 2013) y que ya puedes escuchar -y comprar- en el Bandcamp de este artista. Esta canción con voz de Dana Jean Phoenix (algo así como una Robyn para nada pop) deja bien clara la hechura del alter ego de George Gold, diseñador gráfico y cofundador del estudio Medusateam. Pero a lo que vamos: «Genesis» se abre como un paseo intergaláctico de Glass Candy a través de un cielo particularmente estrellado y continúa como una de las colaboraciones entre Röyksopp y Robyn en la que los primeros le cortan bastante las alas al histrionismo habitual de la segunda. Palabrería, al fin y al cabo, para decir que «Genesis» mola lo más grande y que resulta que no todo estaba dicho en este género… Lo genial es que lo que queda por decir lo esté diciendo alguien que nos quede tan cerca.