A mediados de enero, le hacíamos justicia al nuevo disco de Dotore: resultaba que Pablo Martínez Sanromá llevaba un tiempo ofreciendo avances del que será su nuevo y tercer disco, que se titulará «Variaciones» (Sones, 2014) y que se lanzará durante esta inminente primavera… por mucho que nosotros no nos hubiéramos enterado. Fatal. Por suerte, nos pusimos las pilas con este post en el que recopilábamos todas las canciones que Dotore había lanzado hasta la fecha, definiendo así un disco en el que parece que Pablo romperá con lo anteriormente escuchado (aquel folk viajero y soleado) para explorar unos nuevos paradigmas electrónicos que a nosotros nos recordaban a algo así como Extraperlo o El Último Vecino producidos por cualquiera de los artistas adictos a las brumas del sello TriAngle. Vamos que sonaba a algo nunca escuchado en nuestro país y que alimentaba directamente nuestras ganas inmensas de poner las zarpas sobre «Variaciones«.
Esas ganas acaban de aumentar exponencialmente gracias al cuarto avance del nuevo disco de Dotore, que se titula «Sol Nuevo» y que vuelve a llegar hasta nosotros con una preciosa portada surgida de la mano maestra de Gorka Villaescusa. La nueva canción vuelve a hacer alarde de brumas analógicas creadas sobre bucles digitales: una especie de nube más intoxicante que tóxica, pero intoxicante de forma similar a como intoxica el perfume de una persona de la que te acabas de enamorar. «Sol Nuevo» sabe a retozos en la cama acompañados por alguien a quien demuestras ternura, huele a amor primaveral, se siente como un enamoramiento sereno que está esperando al verano para estallar y convertirse en lo más importante de tu vida. Será por todo lo dicho por lo que no podemos esperar a la primavera para entregarnos a los brazos de nuestro amor por Dotore. Que pasen los meses ya, por favor.