63 jornadas después, el Real Madrid es el líder en solitario de la Liga. Algo que no sucedía desde el 13 de mayo de 2012, cuando ganó su último título liguero aún con Mourinho como entrenador. Se escuchan fanfarrias de alegría desde el Santiago Bernabéu, desde la ‘Central Lechera’ bautizada en su día por Guardiola y desde la ‘Cofradía del Clavo Ardiendo’ protegida por el espíritu de Juanito y espoleada por las algaradas de Tomás Roncero, el cambia-chaquetas Siro López y Manolo Sanchís. No hay duda: la parroquia merengue se siente eufórica. Su equipo gana con comodidad, por la vía rápida, con pegada, casi sin despeinarse (ni siquiera la engominada cabellera de Gareth Bale se mueve un milímetro en cada partido), con el canterano Jesé en plan figura y sin Cristiano Ronaldo, ausente por sanción. ¿Será que el Real Madrid juega mejor sin él ? La respuesta sólo la tiene el administrador Carlo Ancelotti, que demuestra su felicidad hablando en corrillo con los periodistas cual cuentacuentos. Vuelan los globos y el confeti. Cada noche hay fiestón en el «Chiringuito» (de Jugones).
Como se suele decir, la alegría va por barrios. Del mismo modo, en la Liga, cuando al Real Madrid le van bien las cosas, al Barcelona, todo lo contrario. Y viceversa, como si ambos clubes fuesen vasos comunicantes futbolísticos. Ahora a quien le toca sufrir es a los culés. En varios frentes, además. En el plano deportivo, la reciente derrota frente a una gran Real Sociedad (3-1) en San Sebastián no sólo apartó al Barça del liderato del campeonato (tras dos victorias ante el Sevilla por 1-4 y el Rayo Vallecano por 6-0), sino que también dejó en evidencia la falta de actitud de sus jugadores y los desajustes (sobre todo defensivos) del equipo sobre el campo. La culpa de todo recayó en el ‘Tata’ Martino, que presentó una alineación extraña, no supo hacer los cambios necesarios y acabó expulsado por decir pelotudeces al banquillo rival. Tal fue el mosqueo con el técnico argentino que se rumorea que el vestuario blaugrana le está haciendo la cama como le ocurrió a Mourinho justo antes de su marcha del Real Madrid. Es muy probable que el ‘Tata’ no siga dirigiendo al Barcelona la temporada que viene. Xavi, a juzgar por su cara de cabreo en Anoeta, seguro que sabe algo al respecto…
Fuera del terreno de juego, el Barcelona tampoco se aleja de la agitación y el nerviosismo al complicarse el caso del fichaje de Neymar tras los pagos millonarios realizados a Hacienda para evitar males mayores. El brasileño, que todavía no ha recuperado el tono tras su última lesión y que se siente cansado de todo el asunto extradeportivo, acabó explotando: “Estoy harto de esta mierda”. Idéntica frase que debió de soltar por su boquita Bruna Marquezine, cuando descubrió que Neymar, su ya ex-novio, había recibido la visita en la Ciudad Condal de varias ‘amigas’ compatriotas. Con todo el amor futbolero que la chica había mostrado por él…
Pero no parece que a Neymar le haya afectado demasiado su ruptura sentimental, ya que la hizo oficial a través de las redes sociales el mismo día de San Valentín con un gesto muy irónico. ¡Con dos pelotas, garoto!
Las cuitas amorosas tampoco quitaron las ganas a Neymar de menearse como buen apasionado de la samba. Eso sí, él no baila solo: lo hace acompañado de su colega Dani Alves, como en el encuentro ante el Rayo Vallecano, cuando celebraron el sexto gol marcado con una polémica coreografía que, sinceramente, sobraba.
Pero, ¿cuál es el origen del dichoso bailecito? Esta canción: “Lepo Lepo”, de Psirico, la tonada del carnaval carioca de este año. Se avecina una nueva “Ai Se Eu Te Pego”. Miedito…
Como la ex de Neymar, también tiene el corazón partío la afición del Atlético de Madrid. Ahora que llega una de las fases más importantes de la Liga, parece que el equipo colchonero se está desinflando tras sufrir dos derrotas estrepitosas: una ante el Almería (2-0), que fue interpretada como un accidente por la serie de catastróficas desdichas propiciadas por el árbitro; y otra frente al Osasuna (3-0), muy merecida al no jugar al estilo forjado por el ‘Cholo’ Simeone, al que casi se le caen los injertos capilares del disgusto. Muchos ya están recordando la histórica condición de pupas del Atlético de Madrid, olvidándose de que hace sólo unos días presumían de la fuerza del cholismo y del coraje de los jugadores rojiblancos. De quien no pueden alardear en absoluto es de su (pseudo)presidente, Enrique Cerezo, que continúa defendiendo a capa y espada a personajes de su misma calaña como el ínclito José María del Nido, ex-presidente del Sevilla, condenado a pena de prisión por malversación de fondos públicos del ayuntamiento de Marbella en la época de Julián ‘Cachuli’ Muñoz. Una periodista de La Sexta fue la encargada de dejar a Cerezo en evidencia:
Más allá de los tres primeros clasificados de la tabla, el protagonismo se lo llevó involuntaria y desgraciadamente el Villarreal en su casa. A pocos minutos de que finalizase su partido contra el Celta (que este ganó 0-2), un desalmado tuvo la gran idea de lanzar un bote de gas lacrimógeno al césped, demostrando que, en este nuestro país en el que reina el desgobierno, cualquier cosa es posible. Si se disparan pelotas de goma contra inmigrantes que nadan para intentar salvar sus vidas, ¿por qué no arrojar un artefacto como el descrito en un estadio de fútbol?
A pesar del incidente, la humareda no ha impedido ver cómo el equipo castellonense continúa con firmeza su mano a mano con la Real Sociedad y el Athletic de Bilbao por el cuarto puesto que da acceso a la Champions League. Eso sí, el club bilbaíno logró su último triunfo, contra el Betis (0-2), rodeado de una de una fuerte polémica debido a (por enésima vez) errores arbitrales que perjudicaron a los sevillanos, abocados a ir de cabeza al pozo de la Segunda División. Uno de sus célebres seguidores, Antonio ‘Sr. Chinarro’ Luque, ilustró la situación en su cuenta de Twitter: «El único modo de que el Betis permanezca en Primera es congelándolo».
Pero volvamos de la cola a la cabeza de la clasificación. Este fin de semana se disputa en el Vicente Calderón el derbi madrileño entre el Atlético y el Real Madrid, tercero con 60 puntos frente a primero con 63, respectivamente. Si los blancos vencen, habrán dado un paso de gigante hacia el título; si lo logran los colchoneros, el torneo volverá a apretarse (sobre todo si también gana el Barcelona). La Liga puede empezar a decidirse ya…