Cuando un autor te gusta intensamente, quieres disfrutarlo de esa forma: con la mayor de las intensidades posibles. Y está claro que Jason es uno de esos autores que gustan de forma generalizada e intensa, pero al que se le puede achacar un único punto negro: sus obras suelen leerse como un suspiro. Hablando en plata: que siempre te quedas con ganas de más. Por eso mismo hay que celebrar que Jason se ha decidido a firmar su obra más larga hasta la fecha, este «El Gato Perdido» que ahora publica en nuestro país Astiberri (que es la editorial que se ha encargado de publicar el resto de obras de este artista en nuestro territorio). Pero es que «El Gato Perdido» no sólo habrá que tenerlo en cuenta por su extensión, sino también porque supone la incursión final del autor en unas aguas en las que ya había metido el dedo gordo del pie con anterioridad: el género detectivesco.
De hecho, a la nueva novela gráfica de Jason ya le han llovido las comparaciones con (ni más ni menos que) Raymond Chandler. Ese es el nivel, Maribel. «El Gato Perdido» arranca como un buen pulp: un detective camina por la calle, encuentra un cartel en el que sale un gato perdido que resulta que está justo debajo del cartel, devuelve el gato a su dueña… y resulta que algo nace ahí, entre los dos, entre el detective y la dueña del gato. Así que deciden quedar otro día, pero cuando llega la fecha señalada resulta que la mujer no acude a la cita. El detective irá a su casa y se encontrará con un pastel bastante típico: el objeto de su deseo ha desaparecido sin dejar ni rastro, así que toca montar una investigación en toda regla. Creednos: conociendo a Jason, con este material de partida seguro que ha firmado su mejor obra hasta la fecha. ¿Un pulp rompecorazones? Yes, Jason can.