¿Cuándo dejará Lily Allen de ser noticia o, en su defecto, de dar la nota? Ni idea. Pero, por mí, que siga. Si pensábamos que la princesa choni del pop se había retirado – como prometió – , estábamos equivocados. No vuelve a la música – hasta ahí ha mantenido su palabra – pero se lanza, de nuevo, al mundo de la moda. No es su primera incursión, en su etapa “Smile” ya diseñó una línea de bambas para Reebook, así como complementos y abalorios varios para toda chonipija wannabe. Ahora, atacada quizá por el espíritu Chanel (recordemos que fue la imagen de la línea de bolsos Coco Cocoon, la más juvenil de la firma) le da por abrir una tienda de ropa vintage junto con su hermana Sarah. ¿Cómo? Si, claro. ¿No lo sabes? El vintage es lo más. La boutique de las hermanas Allen se llamará Lucy in disguise, venderá y alquilará ropa de alta costura a precios populares y nace, en palabras de su popular dueña “con la intención de democratizar la moda, para que la gente pueda tener acceso a ropa de diseñador pero de una manera asequible”. Lo que hacen en Le Swing pero en british cool, vamos. Anyway, no me cabe ninguna duda de que la nueva store de la cantante de «Fuck You» será un highlight a remarcar en toda guía londinense que se precie y que será de visita obligada para fans y seguidores tanto de su música, como de su actitud, como de ella misma. Lily Musa de las tendencias y, ahora, Empresaria de la Moda.