En el año 2012, muchos creímos (o quisimos) ver el advenimiento del synth ochentero más sado-marica y oscuro encarnado no sólo en la figura de Trust (que fueron los precursores, eso no lo duda nadie), sino también de otras bandas similares como Light Asylum y periferias. ¿Qué pasó con aquello? Que se quedó un poco en agua de borrajas. ¿Supuso eso una pérdida? Ni hablar. Todo lo contrario. Lo que ocurrió es que este género, a diferencia de otras etiquetas mucho más hypeadas, ha conseguido mantener el encanto hasta este año 2014. Con esto queremos decir que, si este rollo hubiera petado lo más grande, es probable que ya nos hubiéramos cansado y que, en consecuencia, tener de nuevo a Trust entre nosotros practicando exactamente el mismo tipo de música que practicaban hace un par de años nos hubiera parecido un despropósito algo aburrido. Escuchar «Rescue, Mister«, sin embargo, es como enrollarte con un ex-amante con el que nunca tuviste tantos encuentros como hubieras deseado.
Porque, evidentemente, «Rescue, Mister«, suena a Trust por todos sus poros (unos poros que huelen a poppers que da gusto, la verdad). Se abre como una versión bastarda de los The Presets más jinchos jugueteando con el «I like to move it move it» (en serio, escuchad con atención), pero increíblemente se permite deslizarse hacia el synth-pop más radiable en un estribillo que mola lo más grande y que engancha como meter el dedo en una bolsita de eme durante toda la noche. Recalcar que «Rescue, Mister» viene con su propio videoclip, una locura de distorsiones coloristas con texturas VHS que está dirigido por Sabrina Ratta. Sea como sea, esto lo único que ha hecho es que tengamos una ganas enormes de catar el que será el segundo disco de Trust, que se lanzará el 4 de marzo y que se titulará «Joyland» (Arts & Crafts, 2014). Joder, ¿es necesario que añadamos algo después de decir que se titulará «Joyland«?