Nos rendimos ante «Exilio» de forma inmediata y absoluta (puedes leer nuestra reseña del libro aquí) y, meses después, «Revolución» (aquí nuestra crítica) subió las apuestas y pasamos del rendimiento al amor puro y duro. Un amor que, sin embargo, sabíamos que sería como los romances de verano que crecen bajo la sombra de un septiembre de separación. Vamos, que dejando la poesía a un lado, sabíamos que aquel amor tendría su punto y final (o más bien su grand finale) tarde o temprano, cuando Roca Editorial publicara el libro que cierra la Trilogia Africana de Jakob Ejersbo: «Libertad«. Ahora ya podemos decir que el libro está entre nosotros (de hecho, desde hace ya varias semanas), así que toca enfrentarse a la cruda realidad: ¿nos lanzamos directamente a él o alargamos un poco más este idilio literario?
Que cada uno decida bajo su cuenta y riesgo, pero nosotros tenemos que admitir que no vamos a poder aguantarnos las ganas de saltar directamente al interior de «Libertad«, sobre todo por el hecho de que el protagonista de esta tercera parte de la Trilogía Afriana es un viejo conocido que ya ha aparecido con anterioridad en las páginas de Ejersbo pero que ahora, por fin, tiene todo un libro para él solo: se trata de Christian, el hijo de una pareja danesa (blanca) que vive en Tanzania. De nuevo, la difuminadísima frontera entre la identidad blanca y la negra en territorio africano está en primer plano de la historia de amistad entre Christian y Marcus, un niño negro de familia pobre acostumbrado a trabajar para los blancos. Y, a poco que conozcas la obra de Jakob Ejersbo, hay otra cosa que también puedes dar por seguro que vamos a encontrar en «Libertad«: uno de los retratos más fidedignos y apasionantes del convulso mundo africano visto a través de un autor que lo vivió en primera persona.