La Liga vive momentos convulsos… No tanto por lo que sucede dentro de los terrenos de juego o en los banquillos (aquí también hay jaleo, pero lo trataremos unas líneas más adelante) como por lo que ocurre fuera, especialmente en los despachos. Desde hace tiempo se viene afirmando que el fútbol español es la siguiente burbuja que debería estallar empujada por los efectos de la crisis, explosión que puede suceder antes de lo esperado (y miles de personas, esas que no lo hacen por otras causas por formar parte de la dócil mayoría silenciosa, saldrán a la calle a manifestarse…). El primer picotazo para que esa mega-pompa vuele por los aires lo ha dado la Unión Europea, que ha abierto una investigación a Barcelona, Real Madrid, Athletic de Bilbao, Osasuna, Valencia y Elche (más el Hércules, de Segunda División) por haber recibido ayudas económicas de origen público ilegalmente y al resto de clubes de las categorías profesionales de nuestro fútbol por sus millonarias deudas con Hacienda y la Seguridad Social. El Gobierno central ya ha salido en defensa de esos clubes apelando a la ‘marca España’ y clamando al cielo por un envidioso contubernio creado en Europa contra los éxitos de Real Madrid, Barça y la selección española. Para otros asuntos no, pero para estos nuestros políticos actúan con diligencia, no sea que el circo se acabe…
A la vez, se destapó la posible imputación del padre de Leo Messi -recuerden que el astro argentino ya tuvo que responder a una evasión de impuestos hace unos meses- por estar presuntamente relacionado (hecho más tarde desmentido) con una red de blanqueo de dinero procedente del narcotráfico, noticia que saltó días después de que se acusase a Sandro Rosell -presidente del Barça y doble de Alan Harper de la serie “Two And A Half Men”– de apropiarse parte del montante monetario manejado en el fichaje de Neymar. La mejor fotografía que ilustraría tanto asunto turbio en el entorno culé sería la que ven más abajo, publicada por el diario El Mundo y que sembró la confusión por representar una situación que no tenía nada que ver con un hecho real…
Para coronar el capítulo de tramas extra-futbolísticas -en una versión española, casposa y cutre de “Los Soprano” o “Boardwalk Empire”-, José María del Nido ha tenido que dimitir como máximo mandatario del Sevilla tras haber sido condenado a siete años de cárcel por apropiación indebida de dinero público. Eso sí, en una muestra de patético orgullo por los colores sevillistas, tuvo tiempo de despedirse de la afición entre lágrimas de cocodrilo y gritando ‘vivas’ al más puro estilo de un bajito ferrolano que gobernaba estos lares hace décadas…
Pero, paciencia, seguro que aquí no acaba la cosa. En la directiva del Atlético de Madrid hay ponzoña suficiente como para ensuciar la esplendorosa marcha deportiva del club. Basta con que tiren del hilo de la imagen inferior protagonizada por el presidente colchonero y cierto político madrileño luciendo la elástica rojiblanca…
Perdonen por comenzar esta columna exponiendo una crónica tan negra… Aunque continuaremos sin abandonar el tono oscuro del relato de la actualidad futbolística. Ahora llega el turno de los entrenadores destituidos de su cargo en sus respectivos equipos. Uno de ellos ha sido Pepe Mel, que no ha resistido la caída en picado de su Betis, en el arranque del torneo candidato a equipo revelación; y el otro, Miroslav Djukic, el cual, tras estar peleado con su vestuario, no ha podido enderezar el rumbo del defenestrado Valencia. Así que estos serán los técnicos que ya no comerán el turrón navideño en sus puestos, a los que se podría unir en breve Bernd Schuster (Málaga)… En total, tres entrenadores se han ido al paro en lo que va de Liga, una cifra tremendamente baja en comparación con temporadas anteriores. En tiempos de crisis, sale muy caro echar a un técnico y fichar a otro nuevo.
Algunos jugadores también han estado muy ocupados con cuestiones poco relacionadas con el balón, los partidos y los goles. Por ejemplo, los madridistas Di María -que parece desear cambiar de aires en el mercado invernal- y nuestro querido Sergio Ramos -supuestamente enfadado con su presi, Florentino Pérez, porque lo quiere vender en un futuro próximo-. O el barcelonista Carles Puyol, que ve más cerca que lejos su retirada debido a las lesiones.
Aunque el protagonista absoluto ha sido, una vez más, Cristiano Ronaldo: a este paso, esta columna se acabará titulando Cristiano Ronaldo (para dummies); o Dummies (para Cristiano Ronaldo), si lo prefieren… El futbolista portugués hizo correr ríos de tinta por haber sufrido una inoportuna lesión (de la que ya se ha recuperado); por presentar su propia red social (llamada Viva Ronaldo… ¿De qué hablarán en ella sus usuarios? ¿Del estructuralismo alemán? ¿O del teorema de Bayes?); por inaugurar un museo dedicado a su vida y obra en su Madeira natal con muñeco de cera incluido (quedaría la mar de bien en el Museo de Cera de Benidorm…); por su berrinche en la gala de los premios de la Liga de Fútbol Profesional, al asistir obligado para suplir la ausencia de Messi y recibir un galardón inventado a última hora; y, finalmente, por el dichoso Balón de Oro, que el luso se llevará de calle tal como vaticinó una reputada pitonisa en las páginas del diario As. Vamos, que a Cristiano sólo le ha faltado que alguien le escribiera un libro para aparecer en las estanterías de bestsellers junto a Belén Esteban, Jorge Javier Vázquez y Aznar.
Centrándonos ya en el juego -al fin y al cabo, es lo que debería importar- los resultados producidos durante las últimas jornadas no han alterado demasiado la parte noble de la tabla clasificatoria de la Liga. El Barcelona, a pesar de haber perdido el primer partido del torneo ante un aguerrido Athletic de Bilbao, se mantiene en la primera posición (y ya van 54 jornadas consecutivas, récord histórico) gracias a un Neymar que ha cogido los galones de Messi pero con un juego poco preciosista (muchos recordaron con añoranza la época de Guardiola que jamás volverá…).
Los culés tienen a su rival directo, el Atlético de Madrid, más cerca que nunca: empatado a 43 puntos y a tan sólo un gol de diferencia en el golaveraje global. El equipo colchonero sigue viviendo en una nube apoyado en su gran juego colectivo, en sus individualidades y los goles de Diego Costa y en la enorme sapiencia del ‘Cholo’ Simeone, que está guiando a un conjunto que arrasa a cualquier rival que se ponga delante, ya sea el Elche o el Valencia. El cholismo triunfa y enamora. Mientras tanto, el tercero en discordia, el Real Madrid, vive en un extraño estado de esquizofrenia. Mejor dicho: así se encuentra su entorno, sobre todo el mediático. Tras la goleada por 4-0 al Valladolid, con hat-trick de Gareth Bale -apodado muy originalmente ‘ciclón’, ‘cañón’ o, cuidado, el ‘príncipe de Gales’-, se desató la euforia del madridismo hasta comparar el juego de su equipo con el del Barça de hace unas temporadas. Los pseudo-periodistas y aficionados merengues, con el Real Madrid a sólo tres puntos de distancia de Barcelona y Atlético de Madrid, se relamían del gusto cuando el Osasuna los devolvió a la realidad logrando en El Sadar un empate a dos goles, lo que hizo que el club blanco se alejase de la pareja de cabeza. Las razones de tal resbalón se achacaron a errores arbitrales…
Si los altavoces mediáticos de inclinación merengue no lograron hacer llegar el mensaje como de costumbre ha sido por una causa: “Punto Pelota” se ha terminado. Sí, amigos, el circo televisivo más espeluznante tras “Sálvame” ha echado el cierre, obligado por la quebrada, morosa y en huelga Intereconomía, que intentó mantenerlo a flote con un sucedáneo sin sentido. Adiós a las conspiranoias y los llantos apasionados de nuestro idolatrado Tomás Roncero, a las idas de olla del ‘Loco’ Gatti, a las meadas fuera de tiesto de Paco Buyo o a la ‘fluidez verbal’ de Albert Luque. Pero, por encima del resto, adiós a Josep Pedrerol -que también está en huelga, observen la foto- y sus exclusivas imposibles, su pelo engominado y sus broncas a los becarios… Ah, no, que ha amenazado con regresar el próximo seis de enero con un esperpento llamado “El Chiringuito”. Que Georgie Dann nos coja confesados…
La siguiente entrega de esta humilde columna futbolera llegará ya iniciado el 2014 y con la primera vuelta de la Liga finalizada. Será momento para recopilar datos, hacer balance y comprobar qué jugadores se han pasado la dieta por el forro durante las navidades. Hasta entonces, ¡felices fiestas y un próspero -si Rajoy lo permite- año nuevo!