Un día no teníamos ni idea de que esta marca existía y otro se convirtió en una de nuestras favoritas. La moda es así: inesperada, caprichosa… Muy loco todo. Desde que aterrizara en nuestro país con sus primeras tiendas, Scotch & Soda ha dejado muy claro que su intención es crecer y convertirse en un imprescindible en el armario de cualquiera. La firma holandesa no lleva mucho en esto (tan sólo desde 2001), pero ha dejado de ser una locura en su país de origen para ser una locura más allá de los canales de Amsterdam. Tanto es así que en estos años ha ido incorporando diferentes líneas de distinto rollo a las dos matrices, Scotch & Soda (la masculina) y Maison Scotch (la femenina): «Amsterdams Blauw«, que es su marca especializada en denim, y «Shrunk and R’belle«, pensada para vestir a los más peques. De hecho, hasta se han atrevido a lanzar un perfume: Barfly.
Dicho todo esto, la verdad es que no suena nada raro enterarse de que ahora les ha dado por tener su propia línea de mobiliario. Sí. Lo mismo que hicieron House of Hackney pero en camino inverso. O no tanto. Porque no es que Scotch & Soda haya lanzado una línea de muebles con sus estampados y textiles variados (que lo son mucho), sino que la iniciativa «Scotch Collectables» va más allá y le da un giro a la cosa: se trata de una colección de muebles únicos que han buscado y recuperado por todos los rincones del mundo, en plan orgía vintagista. Para dar con ellos, la firma ha puesto a trabajar duramente a sus estilistas y cazadores de tesoros que han buceado en tiendas de anticuario y se han peleado en subastas online y ventas privadas para encontrar esas piezas irreemplazables que harán morir de envidia y/o amor (depende de si la consigues tú o la ves en el piso algún colega) a todos los fanáticos de la decoración retro. Ellos mismos se dedican a restaurarlos y darles una esplendorosa nueva vida. Esta nueva colección sólo está disponible en la web y cuenta con 200 piezas únicas que se irán renovando a medida que vayan encontrando un nuevo hogar.