Existen tres maneras de absorber las psicodélicas vibraciones de Unknown Mortal Orchestra: 1. Destapando su envase en formato álbum para su disfrute en posición horizontal y con la mente abierta, ya sea en un espacio cerrado o al aire más libre posible; 2. Atendiendo a su despliegue en directo, contexto en que la banda metamorfosea su cancionero hasta convertirlo en un humo de tintes pop, rock y soul hipnótico y embriagador, tal y como el abajo firmante pudo vivir en el festival Paredes de Coura 2013; y 3. Recogiéndolas en su destilada versión acústica, manida fórmula que permite que las composiciones del trío luzcan diáfanas, sin artificios ni ropajes lisérgicos de baja fidelidad, razón que da sentido a la publicación de su última referencia, el EP “Blue Record” (Jagjaguwar, 2013). Las tres formas de escucha descritas se pueden aplicar a cualquier grupo y artista musical, claro está, pero en el caso de Unknown Mortal Orchestra adquieren todo su significado por las peculiaridades sonoras del combo y las particulares características definitorias de su todavía corto bagaje discográfico, compuesto por los álbumes “Unknown Mortal Orchestra” (Fat Possum, 2011) y “II” (Jagjaguwar, 2013).
Dentro de la nueva ola lisérgica alternativa abanderada por MGMT y Tame Impala, Unknown Mortal Orchestra se han movido con sigilo, sin levantar demasiado revuelo -el justo para que sus dos discos recibieran una merecida buena aceptación-, aunque con las suficientes virtudes para situarse poco a poco en la cabeza del pelotón: su estilo caleidoscópico, poliédrico y estimulante -sin recurrir a la parte colorista y chillona de la psicodelia, sino a la de tonos pálidos y ocres-, sus melodías pegajosas y, sobre todo, su pátina lo-fi -como registrada en el fondo de un garage a través de un magnetófono de tercera mano- los distinguieron de sus colegas de generación casi de inmediato; del mismo modo que a su líder, cantante, guitarrista y letrista, Ruban Nielson, poseedor de una voz entre magnética y desconcertante, una imaginación lírica a caballo entre lo sensorial, lo surrealista y lo sensible y una gran agilidad a la seis cuerdas que plasma en largos desarrollos en la medida de lo posible (especialmente en sus conciertos).
Él mismo fue el que impulsó la idea de editar este “Blue Record” tras comprobar que varias de sus piezas aguantaban el tipo en clave acústica cada vez que las tocaba en alguna emisora de radio a lo largo de la promoción de “II”. Como pueden ver, los motivos de la salida de este mini-álbum son muy simples… Lo que no resta interés al artefacto, a pesar de que no resulte original y se llegue a dudar de su utilidad: ¿un EP acústico? ¿Para qué? Básicamente, para observar el sólido esqueleto melódico de parte del corpus compositivo de Unknown Mortal Orchestra -como si se le quitara todo el óxido a la carrocería de un Chevrolet de los 50 abandonado para empaparse de todo su esplendor- y cómo Ruban Nielson no desmerece en las distancias cortas a nivel vocal -sus, a veces, extrañas inflexiones al micrófono llegan firmes y directas- e interpretativo.
Este hecho se aprecia con notoriedad en la dulce y desnuda revisión de “So Good At Being In Trouble”, uno de los cortes fundamentales de “II” (y más sobresalientes del presente año, si me apuran…) que conserva intacto su tradicional aroma soulero. De idéntica manera, en la de “Swim And Sleep (Like A Shark)” no se pierde su tono bizarro ni en la de “Faded In The Morning” se reduce el dinamismo de su pop ondulante (pese a la carencia de electricidad). Junto a las canciones propias, Nielson añadió un par de covers ajenas: de “Swing Lo Magellan” de Dirty Projectors -banda no demasiado alejada de las raíces sonoras de Unknown Mortal Orchestra-, tan cálida y reconfortante como la original; y de “Puttin’ It Down” de Beck, sumergida en un ácido lisérgico que hace que se vaya derritiendo en los oídos lentamente. Estos cinco cortes, así pues, no sólo sirven para acotar los gustos y habilidades musicales de Ruban Nielson y ver una cara diferente pero fiel de Unknown Mortal Orchestra, sino también para no olvidar que su último LP, “II”, puede ser uno de los trabajos que se incluyan dentro de los balances finales que resumirán lo mejor de 2013. Ténganlo muy en cuenta…