Está claro que, cuando una película aterriza en el panorama cinematográfico de forma tan contundente como «La Vida de Adèle«, la reacción inmediata va a ser la polémica. Así es la crítica y así es el público: la unanimidad es una utopía que, realmente, no le interesa un pimiento a nadie. Así que no es de extrañar que en cuanto crítica y público del Festival de Cannes se empezaron a hacer pajas con el film de Abdellatif Kechiche, varios frentes opositores intentaran levantar la polémica: la autora del cómic en el que esta basada la película subiéndose por las paredes con la visión del sexo lésbico tan masculina que ofrece Kechiche, la crew diciendo que el director les trató fatal durante el rodaje… Pero, como suele decirse, haters gonna hate. Y lo que está claro es que «La Vida de Adèle» no es sólo el estreno más destacado de la semana, sino también uno de esos estrenos que están destinados a cambiar la orografía del cine estrenado en este año. La historia de amor lésbico de las dos protagonistas del film de Kechiche, dividido en dos partes que abordan dos clarísimas fases de todo amor (la pasión y su declive), está llamada a convertirse en un clásico instantáneo y en una futura referencia. Si no la has visto en los próximos días, ten en cuenta que no vas a ser nadie. NA-DIE.
Aun así, también hay esta semana otros estrenos a los que conviene prestar atención… Por ejemplo, «Todos Queremos Lo Mejor Para Ella«, la nueva película de esa Mar Coll que dejó a propios y extraños sorprendidos con la solvencia y con el alto voltaje emocional de «Tres Días Con La Familia«. En esta ocasión, la directora regala a Nora Navas con un papel de esos capaces de convertirse en iconos: el de una mujer que, tras sufrir un accidente, necesita reajustar su vida al completo a su nueva situación. Puede que su envoltorio no sea tan vistoso como el de «La Vida de Adèle«, pero sin lugar a dudas Coll sabrá estar a la altura.
Y, de regalo, esta semana hay un tercer estreno destacado… o algo así. Porque ya sabemos que la figura de Michael Haneke no es precisamente lo que se dice simpática: es uno de esos directores que sabes que tienen que ser bastante capullos, por mucho que también sepas que son capullos «a favor» de su arte. Por eso mismo, sólo recomiendo el visionado de «Michael H.» a los que estén dispuestos a adentrarse en la cara menos amable del director al que aborda este biopic.