De Chvrches les hemos hablado tanto últimamente desde estas páginas que ya parecen hasta de la familia. Se los presentamos a principios de año en nuestra sección WhatsHype!?, dimos buena cuenta de su “Recover EP” (Universal, 2013) en una reseña y los sucesivos singles que han ido presentando han sido protagonistas puntualmente en nuestros TE-MA-ZOs. Por tanto, ¿para qué alargar las presentaciones, los parabienes, el patatín y el patatán? Así que va, venga, cortita y al pie: “The Bones Of What You Believe” (Glass Note, 2013) es candidato muy serio a disco del año.
Lo primero que puede sorprender, al menos en parte, es que la luminosidad que desprende el álbum de debut del trío escocés no rezuma una paleta especialmente colorista, sino que tiende meridianamente hacia el reflejo ocre. “The Bones Of What You Believe” es un disco dolorosamente otoñal a pesar de su envoltorio de primavera. Ahí están las a todas luces espectaculares “We Sink” y su estribillo que te hace soltar lágrimas como caballos salvajes escapando entre montañas (“I’ll be the thorn in your side ‘till you die (…) we sink, we lift our love”) o “Tether” and the infinite sadness con ese teclado y ese puente (“I’m feeling capable of saying it’s over”) que no necesitan de contextos o anotaciones para mecer a su antojo al oyente en la cascada de emociones que propone.
“The Bones Of What You Believe” es torrencial en su caudal de pop emocional, y mucho de ello se debe a la voz, al timbre mágico cuasi-adolescente de Lauren Mayberry, que remite a la idealización del imaginario teen (alienación, identidad, épica, romanticismo: son de amores, amores que matan) a través de esa dulzura que te destroza el corazón. Utopía y ambrosía, ambas de la mano. A partir de ahí, resulta imposible no caer enamorado tanto en las mencionadas “We Sink” o “Tether” (favoritísimas) como en esa adorable pieza de artesanía electro que es “Lungs” o en “Under The Tide”, donde Martin Doherty toma las riendas vocales, dejando a Lauren elaborar los coros.
Como no iba a ser de otra manera, el álbum incluye los hitazos imparables ya conocidos “The Mother We Share” (que, con el tiempo, probablemente ha demostrado ser EL TEMA, así, con mayúsculas, en la breve andadura de la banda), la primigenia “Lies”, la celestialmente pop “Recover” y su último single, “Gun”. Las cuatro forman un póker triunfal y necesario, que no hace sino añadir quilates a esta obra. Quizás los puntos más bajos de un disco que puntúa muy alto serían esa tec(h)nificada “Science/Visions” que tan Pet Shop Boys les ha quedado o el electro-prog de “You Caught The Light”; sin ser temas desdeñables, sí podrían haberse ubicado como caras B, dejando un hueco para esa joyita angelical que es “Broken Bones”, incluida como bonus track en las ediciones especiales del álbum. En realidad, más allá de destacar unas canciones por encima de otras, me parece más necesario subrayar la casi milagrosa capacidad evocadora de “The Bones Of What You Believe” a la hora de sumergir al oyente criado en barrica pop en un estado híbrido entre júbilo y ternura.
Y aquí seguimos, como nos pasa siempre, con la taquicardia a flor de piel ante el candor, suspirando al ritmo que dictan estos tres jovenzuelos escoceses, dos nerds encantadores y una muchacha de flequillo perfecto y eyeliner punteado que están devorando la escena para asombro de unos pocos. No podemos evitarlo: palpitaciones, sudores, rubor; lo llevamos en la sangre. The way we were, que cantaba la diva Streisand. Tal como éramos. En realidad, tal como somos y como seremos. Va en nuestro ADN de enamoradizos sensibles dejarse arrebatar por la finura, la pasión y la pureza. Chvrches son epítome de todo ello, y “The Bones Of What You Believe” su pináculo fundamental. Amor del bueno, milagro pop.