Puede que hubiera quien se llevara una sorpresa la semana pasada cuando esta sección se consagró por completo al cine español… Esos sorprendidos que esperen redoblar su perplejidad, porque esta semana vuelve a ocurrir lo mismo demostrando que la abundancia de estrenos patrios interesantes que vivimos hace siete días era algo más que un puntal aislado: estamos a puntito de vivir una oleada que va a llevar el cine español a unas nuevas cotas de interés. Y eso es así no porque lo diga yo, sino porque lo certifican grandes estrenos como «La Gran Familia Española«: la celebración final del estilo de Daniel Sánchez Arévalo como el renovador absoluto de la comedia de este país. Igual de lejos de los clichés del nuevo humor yanki como de la trilladísima comedia españolita (y españolista), el director de «Primos» y «Gordos» se ha labrado un estilo propio inconfundible y siempre seductor. En esta ocasión, Sánchez Arévalo toma una familia en concreto para hablar de otra familia más general: la familia en concreto es la que ve cómo una boda queda en stand by durante un partido de final del Mundial de Fútbol de Sudáfrica que hará que todo el país se sienta precisamente como eso, como una verdadera familia. Un argumento que, sin lugar a dudas, prepara el terreno ideal para lo que mejor sabe hacer este director: hablar de la familia y de las relaciones de amistad con una visión tronchante y desprejuiciada.
Y por si un estreno del tamaño del de «La Gran Familia Española» fuera poco, esta semana tampoco habrá que pasar por alto «Arraianos», el documental con el que Eloy Enciso arrasó en el pasado Festival de Cinema D’Autor de Barcelona 2013 y que retrata la vida a medio camino entre la realidad y la fantasía de un pueblecito en el que sus habitantes pueden decidir a qué país pertenecen. Se trata del Couto Mixto, territorios situados entre los municipios de Calvos de Randín y Baltar, al sur de la provincia de Orense. Por ahí dicen que «Arraianos» es un poderoso y poético canto a favor de un mundo mitológico que se está disolviendo poco a poco… Un canto que no hay que pasar por alto.