Alan Palomo, tiene usted derecho a permanecer en silencio; cualquier cosa que diga puede ser utilizada en su contra; tiene derecho a que su abogado le acompañe ahora y durante cualquier interrogatorio futuro… Tranquilos, no nos encontramos en pleno diálogo de película chunga que mezcle policías yanquis y delincuentes latinoamericanos, aunque lo parezca. Sólo le estamos leyendo la cartilla a la cabeza pensante del dúo Neon Indian (la otra mitad es Alicia Scardetta), que propone, al igual que recientemente Au Revoir Simone, darle una vuelta de tuerca a su único LP, “Psychic Chasms” (Lefse, 2009), a base de remixes. Sin embargo, el tejano varía levemente la jugada al reeditar en formato deluxe ese trabajo con el bonus de un disco de remezclas sin presentarlo como un órgano autónomo de su matriz, pasando a denominar el nuevo artefacto como “Mind CTRL: Psychic Chasms Possessed” (Fader / Nuevos Medios, 2010). Sea como sea, nuestra intención de poner un poco firme a Alan se basa en las mismas razones que aportamos para cuestionar inicialmente el “Night Light” (Moshi Moshi / Nuevos Medios, 2010) del trío de Brooklyn antes mencionado (álbum en el que, por cierto, también pusieron su grano de arena Neon Indian). Pero, en este caso, como en el anterior, la nómina de ilustres y variopintos colaboradores permite que aumente la curiosidad por atender a sus reconstrucciones.
Para empezar, llama a atención que varios de esos nombres invitados pertenezcan a la misma corriente de nuestra pareja protagonista: el glo-fi o chill-wave, etiquetas que explotaron a finales de 2009 pero que a medida que transcurrió 2010 fueron perdiendo brillo y hasta llegaron a empalagar. De esta misma forma, se desdibujaron relativamente sus contornos, ya que muchos aficionados a los viajes astrales realizados desde el sofá de casa las relacionaron más de la cuenta con el denostado chill-out… ¡No, eso no, por favor! El hecho de que se paseen por aquí algunos de los tótems del género (sólo se echa en falta en los créditos a Washed Out) certifica que en esa escena no deben de existir envidias insanas ni competencias desleales; parece que todos se llevan bien y se ayudan mutuamente. El primero de ellos, Toro Y Moi (pseudónimo tras el que se agazapa Chaz Bundick), se encarga de “Deadbeat Summer”, la golosina caleidoscópica que puso en el mapa a Neon Indian e incitó a chapotear en los charcos psicodélicos de “Psychic Chasms”. El de Columbia la deconstruye cual Ferrá Adriá con una tortilla de patatas entre sus manos, despojándola de sus filigranas sintéticas y sus cenefas multicolor y rebajando sus bpm hasta introducirla en un atardecer estival de horizonte despejado y cielo rojizo. Por su parte, Javelin parte de la brevísima “If I Knew I’d Tell You” para componer una canción con todas las de la ley que bien podría pasar por cualquiera de la suyas, tan ancladas en terrenos analógicos vintage a la par que modernos, ayudándose de un ritmo saltarín de velocidad variable que refuerza una melodía dulce y un tanto esquizoide. Body Language cierra esta terna de fieles a los postulados de Neon Indian tomando las riendas del otro de los grandes hitos del dúo, “Should Have Taken Acid With You”, para encauzarla hacia un electro-pop lisérgico de irresistible pulso bailable adornado con detalles acertados como la incorporación de los coros de Angelica Bess.
En este puzzle sonoro también hay espacio para que confluyan el pasado y el presente de la electrónica de fibra multiforme. Así, por un lado podemos disfrutar de una de las escasas pruebas de vida recientes del ángel del glitch, Jimmy Tamborello, o lo que es lo mismo, Dntel (publicará un par de EPs con composiciones nuevas a principios de diciembre), que oscurece los tonos claros de “Local Joke” y la deja en los huesos, en su mínima expresión; y, por otro, una de las revelaciones de este año, Twin Shadow (elegante ejemplo hacia el que debería dirigirse el revival ochentero actual), hace suya “Psychic Chasms” en una versión en la que acapara el protagonismo su magnética y profunda voz. Justamente, el tema que da nombre al álbum de Neon Indian es el único que repite en esta lista de remixes: Anoraak, los defensores más noveles del pabellón electrónico galo, se limitan a introducir unas leves y evocadoras notas de sintetizador sin modificar la estructura de la original. Hablando de franceses, una de las referencias básicas de Alan Palomo y compañía es, por supuesto, Daft Punk, sobre todo los de la era “Discovery” (Virgin, 2001), que reciben un merecido homenaje en “Terminally Chill” gracias a las características líneas de guitarra filtrada. Sin embargo, YACHT se olvidan de ese elemento y se centran en obtener un delicioso néctar pop planteando qué resultaría de la imaginaria unión de la tecnología musical del siglo XXI con la artesanía de la factoría Motown (la intro y el desarrollo de la base de su rehecho no engañan…) Fuera de la órbita del planeta de los beats puro y duros, aparecen dos personajes que cambian por un momento de cara para culminar, con honor, “Mind CTRL: Psychic Chasms Possessed”: Darby Cicci (miembro de The Antlers), que refrenda su habilidad multi-instrumental moldeando con delicadeza “Ephemeral Artery”; y Bibio, artista electro-folk (que no folktrónico) del sello Warp, que aclara la distorsión de “Mind, Drips” conectando los sonidos de dos emblemas no tan alejados de él: Cut Copy y James Yuill.
Hay que reconocer que prácticamente nos quedamos sin argumentos para dudar de la valía artística de esta edición especial de “Psychic Chasms” (no nos detendremos en el aspecto mercantilista), que recibe un refrescante (aunque no radical) cambio de cara. Algo que obliga a pensar que el chill-wave no es una moda tan efímera, como nos quieren hacer creer. De hecho, varios proyectos recientes (Shigeto, Small Black o Com Truise) están demostrando con creces que su supervivencia está garantizada de cara a 2011, a pesar de que, por momentos, tanta baja fidelidad hipnagógica pueda empachar. Entonamos el mea culpa, Alan Palomo: queda usted libre de todos los cargos.