Esto de ser «hijo de…» es algo curioso. En casos como los de Jonás Trueba piensas: «Ah. Mira qué majo. De casta le viene al galgo». Pero, dejando de lado esos casos en los que piensas «vasectomía» (y en FPM nadie está mirando hacia la prole de Will Smith y Jada Pinkett-Smith), hay otros casos en los que es inevitable pensar: «Danger! Danger! High Voltage!» Hace no demasiado nos ocurrió con Jennifer Lynch; y ahora es inevitable que ocurra con Sophie Crumb, hija de Robert Crumb, ese enfant terrible de la viñeta yanki sin el que, muy probablemente, a día de hoy muchos no habría oído hablar todavía del «underground» comiquero. La cuestión es que en este caso también se puede hablar de palos y astillas, ya que Sophie ha salido dibujante y está presentando estos días el que es su primer álbum (en el que constan como co-autores su padre y su madre, Aline Kominsky-Crumb): «Evolution of a Crazy Artist«, un recorrido por la vida de esta autora de 29 años. Esta evolución, por otra parte, tiene su complemento perfecto en una exposición en la galeria DCKT (Nueva York), donde se pueden visitar muchos de los trabajos que constan en «Evolution of a Crazy Artist«… Algunas viñetas incluso de cuando la niña tenía dos años. Impactante. Como el padre.