Semana difícil. De esas que te dividen el corazoncito entre el furor blockbuster y el sibaritismo esnobista. Te lo dividen hasta casi desgarrártelo. Pero dejémonos de poesía… Si al final «Elysium» ha sido la destacada absoluta de esta semana es básicamente porque aprieta el calor, los chicos se enamoran y el mencionado corazoncito tiene ganas de salas refrigeradas y montañas de palomitas. Por eso vence la opción blockbuster. Por eso vence «Elysium«. Bueno, por eso y porque el buen hacer de Neill Blomkamp con su anterior film, «District 9«, le sirve de carta de presentación lo suficientemente perfecta como para rendirse ante esta nueva súper-producción que viene con el as en la manga de contar con Matt Damon como estrella absoluta del casting. Bueno, también están entre el reparto Jodie Foster o Sharlto Copley (protagonista, por su parte, de la mencionada «District 9«). Pero lo verdaderamente interesante de «Elysium» es su argumento, una distopia pura y dura que plantea un futuro en el que la gente con poder económico vive holgadamente en una estación espacial mientras los pobres se hacinan en un planeta Tierra destrozado y sin recursos que les proporcionen una existencia digna. La guerra es inminente… Y habrá que evitarla de alguna forma u otra. ¿Argumento ideal de verano o no?
Aun así, he de reconocer que resulta muy pero que muy difícil elegir entre «Elysium» y uno de los estrenos más destacados de todo el año cinematográfico: por fin llega a nuestras salas «Paraíso: Amor«, la primera parte de la trilogía de films de Ulrich Seidl que se completará con sus desesperanzadas y muy personales visiones de la esperanza y la fe (que serán estrenadas inminentemente en nuestro país). ¿Qué tiene que ver el amor del título con el viaje sexual de la protagonista a Kenya? Habrá que ver el film de Seidl para descubrirlo.