Llegó la hora de la reválida para Cults… Ya hace mucho tiempo que aterrizaron entre nosotros con un aura impoluta de pareja de niños monos que hacían música optimista y, por qué no decirlo en voz alta, también bonita. Su aproximación al pop (en su vertiente más alternativa sin necesidad de resultar superfluamente experimental ni esnobista) era de esa capaz de encender corazones sin necesidad de provocar incendios. Y el camino de todo este tipo de bandas ya es de sobras conocido: primeros singles tremendo seguidos de un álbum de debut en el que lo que más brilla precisamente son los singles ya conocidos y que, por lo tanto, acaba decepcionando un poco aunque no lo suficiente como para no esperar con muchas muchas ganas la reválida mencionada al principio de este post. Su debut, «Cults» (Columbia, 2011), ya hace un par de años que suena en nuestro iTunes… Así que se imponía una renovación sí o sí.
Por suerte, Cults ya han anunciado que la reválida la afrontarán con un disco titulado «Static» (Columbia, 2013) que se lanzará oficialmente el próximo 15 de octubre. El primer single extraído de este disco, sin embargo, nos deja sorprendidos. Para bien, claro. La cuestión es que «I Can Hardly Make You Mine» suena puramente a Cults, con esa voz de Madeleine Follin tocando el cielo de las vocalistas pop actuales. Pero, a la vez, suena a algo totalmente distinto: a un darle una relevancia mayor a sonoridades menos amables, más rugosas, sin necesidad de perdad su capacidad de seducción. Sin necesidad, al fin y al cabo, de sonar a teenage angst de baratillo malentendido por una pareja de niñatos malcriados. Nada más lejos de la realidad: «I Can Hardly Make You Mine» suena a rabia controlada. Algo que puede hacer mucho bien al nuevo disco de Cults.