Si la semana pasada percía que sólo pudiera existir en la cartelera espacio para «World War Z«, esta vez ocurre tres cuartos de lo mismo con otro de los estrenos más esperados del verano… Es lo que tiene estar en plena época de blockbusters: el esnobismo se criogeniza para pasar mejor esta época de calor y damos rienda suelta a nuestros instintos más básicos. Y para instintos básicos, los de «Pacific Rim«. Aquí confluyen muchos factores que han contribuido a convertirla en una de las películas del verno… Para empezar, la rumorología que decía que Guillermo del Toro dejó colgado «El Hobbit» porque lo que le apetecía a él era hacer una peli de robots gigantes (cuando todos sabemos que tenía que estar hasta el forro de los huevos de que Peter Jackson se entrometiera en su trabajo y al final dijo «mira, pavo, si querías hacerla tú, hazla tú… pero no la líes de esta forma«). En segundo lugar, hay que tener en cuenta que somos varias las generaciones que hemos crecido con «Mazinger Z» e incluso con series más nuevas y cada vez más sofisticadas como «Robotech«, «Gundam» o «Evangelion«. Y, para acabar, porque «Pacific Rim» no sólo tiene mechas (que seí se llaman en Japón a estos armatostes robóticos), sino que también tiene a monstruos gigantes que salen del fondo del mar y amenazan la integridad de la raza humana. ¿Que te suena al género japonés de los Kaiju (es decir: Mozilla, Gamera y demás)? Pues que en «Pacific Rim» los monstruos se llaman precisamente así, Kaiju, por mucho que a los robots no se les llame mechas sino Jaegers. Más diferencias todavía: los Jaegers no van pilotados por una única persona, sino por dos pilotos que han de compartir un puente psíquico. Con todo lo dicho, ¿alguien necesita más motivos para correr al cine más próximo con una carretilla de palomitas para ponerla al lado de su butaca?
Cartelera. 9 de agosto (2013)
Raül De Tena
Dr. Jeckyll y Mr. Hide modernillo de mierda: unas veces es un esnobista de librillo y otras nadie le gana a chabacano adicto a hablar de drogas y pichas en sus textos. Su tarea al frente de fantasticmag desde hace algunos años está empeorando esta esquizofrenia.