Fue una de las películas que mayor proyección consiguió en el pasado FIRE!! 2013, que se celebró a escasas semanas: «Out in the Dark» venía avalada por el hecho de ser una historia de amor imposible, pero sobre todo por el hecho de engarzar magistralmente ese romance con el conflicto entre Israel y Palestina. El film de Michael Mayer acaba siendo mucho más que una especie de «Romeo y Julieta» en el que las familias dejan de ser algo concreto y local y pasan a ser estados y gobiernos, sociedades enteras que pueden condicionar y coaccionar por completo la libertad sexual e incluso emocional de las personas. Una deliciosa historia romántica que acaba siendo estrangulada despiadadamente por la difícil situación de muchos de los gays palestinos que buscan refugio en Israel… Y hasta aquí puedo leer sin incurrir en spoilers diversos que arruinen la vertiginosa, emocional y emocionante experiencia que supone toparse por vez primera con «Out in the Dark«.
Sea como sea, cuando te encuentras como un film como este, es inevitable que surjan mil y una preguntas que necesitan ser respondidas. Sobre todo, teniendo en cuenta que gran parte del público potencial del film puede desconocer la difícil situación que «Out in the Dark» toma como punto de partida. Por todo ello, la posibilidad de conversar directamente con Michael Mayer es una algo que no hay que dejar escapar: no todos los días se topa uno con un director que, partiendo de los lugares comunes del cine homosexual, consigue facturar un film en el que la sexualidad de sus protagonistas es algo imprescindible para la trama y no una excusa para atraer al público queer. Sin duda, un motivo más que de peso para seguir de cerca la carrera de este director que debuta precisamente con «Out in the Dark«.
«Out in the Dark» es tu primera película después de haber realizado un corto… ¿Cómo ha sido la experiencia de estar al frente de un film como este? Realizar «Out in the Dark» fue una experiencia increíble. Y mucho de esa experiencia se lo debo a mi productor, Lihu Roter, que consiguió juntar a un equipo muy profesional y apasionado. El hecho de que también tuviéramos un gran equipo de actores que además congeniaron entre ellos y pusieron mucho de sí mismos en la película hizo que ir cada día a trabajar fuera un absoluto placer.
Eres originariamente de Israel, pero ahora vives en Los Ángeles. ¿Has extraído los acontecimientos de «Out in the Dark» de tu experiencia o son más bien el resultado de un proceso de investigación? Todo lo que ocurre en «Out in the Dark» es pura ficción, aunque el film está inspirado en eventos reales y en gente real que el co-escritor del guión Yael Shafrir y yo conocimos durante el proceso de investigación. Tampoco puedo negar que hay algo de mí en el guión: mis experiencias acabaron también en el film.
Entonces, ¿hay que entender que los duros hechos que se narran en «Out in the Dark» es algo que ocurre en Tel Aviv o es algo más bien cercano a la ficción? «Out in the Dark» es ficción, sí, pero historias como la que aquí se narran han ocurrido en el pasado y todavía siguen ocurriendo a veces, aunque evidentemente los detalles concretos son diferentes. Pese a que la situación de los gays en Palestina ha mejorado en los últimos años, todavía hay decenas de ellos escondiéndose ilegalmente en Israel.
También te has involucrado en la producción del film. ¿Ha sido difícil producir un film a priori tan polémico como «Out in the Dark»? La verdad es que la producción de «Out in the Dark» ha transcurrido sin sobresaltos. Cuando rodamos en algunos de los pueblos palestinos, decíamos que la película era una historia de amor… Simple y llanamente no concretábamos que era una historia de amor gay. El hecho de que el equipo estuviera formado por palestinos e israelitas hizo que la experiencia fuera muy enriquecedora para todo el mundo.