Estamos faltos de grandes historias. De odiseas, epopeyas y libros megalómanos que lleven la lectura hacia un nivel de profundidad diferente al fast reading al que nos hemos acostumbrado para no tener que llevar encima tochos que pesen demasiado. Haz la cuenta: ¿cuántos libros de más de 600 páginas te has leído últimamente? Y, sin embargo, ahora haz otra cuenta: ¿cuántos libros de más de 600 páginas te han acabado por cambiar la vida? Seguro que muchos. Con esto no quiero decir que la cantidad sea más importante que la calidad, pero esto es algo parecido a una buena serie de TV: más espacio sumado a pericia a la hora de narrar equivale a lo sublime. Y como sublime precisamente se ha tachado comunmente «El Plantador de Tabaco» de John Barth, ahora publicado en castellano por la editorial Sexto Piso sin miedo a que sus más de 1000 páginas asusten a los lectores habituados a las mini lecturas post modernas.
Porque digámoslo pronto y mal: «El Plantador de Tabaco» es uno de esos libros que va a pedir mucho del lector, pero a cambio le va a entregar mucho más. En esta novela, Barth aborda el viaje surrealista de Ebenezer Cooke, heredero londinense que ha de viajar al Nuevo Mundo para hacerse cargo de las plantaciones de tabaco de su padre. Por el camino se encuentra con unas aventuras que desde Sexto Piso nos describen más que bien: «Durante su odisea, Cooke es capturado por piratas e indios, pierde la herencia de su padre a manos de unos impostores sin escrúpulos, se enamora de una prostituta campesina, es víctima de conspiraciones secretas, tanto por parte de hombres como de mujeres que quieren robarle su virginidad, y tropieza con una extraordinaria galería de personajes traicioneros que cambian constantemente de identidad«. Si este argumento no convierte a «El Plantador de Tabaco» en tu lectura de verano y a John Barth en tu nuevo autor de cabecera, es que mal vamos. Eso sí, si de pronto te ves obsesionado con el escritor, debes saber que Sexto Piso va a seguir publicando sus obras en breve: primero editarán «Giles, El Niño Cabra» y, más tarde, «La Ópera Flotante» y «El Fin del Camino» recopiladas ambas en un mismo tomo.Tenemos Barth para rato.