En la madrugada que va del 19 al 20 de junio, la noticia de que James Gandolfini acababa de morir en Italia de un ataque al corazón pilló al mundo por sorpresa… Por sorpresa, pero con cierta lógica. No es que quiera decir que exista ningún tipo de lógica en la muerte de alguien de 51 años, tan joven. No la hay. Pero sí que es curioso considerar que Gandolfini muriese en Italia y de un ataque al corazón, dos hechos que parecían anticiparse ya en «Los Soprano» de una forma menos poética que prosaica.
Cuando me enteré del fallecimiento del actor, a eso de las dos de la madrugada, estaba trabajando en el sofá mientras mi pareja dormitaba a mi lado. Mi primera reacción fue despertarle para informarle… A lo que él se dio la vuelta y respondió: «¿En serio crees que eso merecía la pena que me despertaras?» Vale. Bien. Lo entiendo. No es lo mismo que cuando nos explotó en la cara la muerte de Michael Jackson. Y, de hecho, nuestra reacción como pareja viene a ejemplificar el hecho de que, desde el anuncio de su muerte. se han ido radicalizando dos posturas que van desde el encumbramiento de un actor imprescindible del panorama cinematográfico y televisivo actual hasta los descreídos que siguen señalando que, al fin y al cabo, Gandolfini sólo tiene un papel memorable en su haber: el de Tony Soprano.
Nosotros somos de la opinión de que James Gandolfini tuvo muchos otros papeles a considerar más allá del del capo de la familia Soprano… Y, por eso, nuestro pésame tiene una forma muy especial: nos hemos unido los redactores de Fantastic Plastic Mag para escoger cada uno esa escena del actor que nos parece más memorable. Un Top 5 completo que demuestra que Gandolfini fue grande. En todos los sentidos.