Cuando hace unos días hablábamos de Iron and Wine y de que ya se empiezan a vislumbrar los que serán los primeros grandes álbumes que están por llegarnos en 2011, no podíamos ni imaginar que el siguiente disco del que hablaríamos sería, precisamente, el séptimo trabajo de Britney Spears tras su regreso triunfal de hace un par de años con “Circus”. Ya está superada su etapa mamarracha (aunque algunos se empeñen en pensar que no), así que ahora sólo hay que esperar para ver cómo continúa la carrera de la que en algún momento fue la princesa del pop y que ahora, sin embargo, ya no sabemos si es reina o es algo así como la Sarah Ferguson de este género. Sea como sea, un nuevo disco de Britney siempre es una buena noticia. Y más si, como en este caso, viene producido por el sueco Max Martin, el “descubridor” de la artista y compositor de “Baby Hit Me One More Time” (aunque en este caso se queda en la producción ejectutiva), y por Dr Luke (Avril Lavigne, Katy Perry). Es este, precisamente, el primero que ha hablado en público del nuevo trabajo de la artista con declaraciones escuetas en plan axioma: “Britney es un icono muy grande. Espero no decepcionar a nadie”. Nosotros también lo esperamos, la verdad.