El año pasado, muchos fuimos los que hicimos una reverencia ante la puerta de entrada de esa Trilogía Africana que por fin se empezó a publicar en España de la mano de Roca Editorial. El primer volumen, titulado «Exilio«, presentaba en sociedad a un autor, Jakob Ejersbo, con una de esas biografía que te impulsan directamente hacia su obra: muerto en el año 2008 tras una larga batalla contra el cáncer, la obra de Ejersbo se ha ido revelando poco a poco como un testimonio imprescindible de esa difusa frontera en la que el primer y el tercer mundo se solapan uno sobre el otro. Sus libros se benefician del hecho de que el mismo autor, danés de nacimiento, pasó gran parte de su adolescencia en África: no es de extrañar, entonces, que el choque (desigual) entre culturas sea la base de sus manuscritos.
Eso sí: este caracter sociopolítico no es lo único que atrae en los libros de Ejersbo. Como demostró en «Exilio«, donde narraba el atropellado abandono de la adolescencia de una chica sin raíces ni rumbo, el escritor tiene tanta pericia a la hora de atrapar lo humano como lo histórico. Y esto es algo que se repite en el segundo volumen de la Trilogía Aricana, «Revolución«. De nuevo publicada por Roca, este volumen es una recopilación de historias cortas que sirven de nexo de unión entre el primer y el último tomo: un conjunto de vivencias globales que hacen pensar, por momentos, que salen directamente de una pluma tanzana. Lo dicho: hicimos reverencia ante la puerta de entrada de la Trilogía Africana, ahora toca pasear por el pasillo… Y pronto llegaremos al salón principal. Tiempo al tiempo.