Durante mucho tiempo, se ha considerado «El Anticristo» como uno de los libros más extraños y peculiares de Joseph Roth, autor imprescindible para entender la literatura y la convulsa sociedad europea de principios de siglo XX, especialmente de unas entreguerras que al autor le tocó vivir exiliado en Francia desde su Alemania natal debido al ascenso del nazismo en auge (de hecho, el escritor moriría poco antes de que estallara la Segunda Guerra Mundial). El hecho de que muriera bien joven debido a su alcoholismo no impidió que publicará libros imprescindibles como «Job«, «La Marcha Radetzky» o el que nos ocupa, «El Anticristo«. En esta novela, Roth recuerre a un sosías de sí mismo al que bautiza como JR, periodista de profesión que es contratado por un magnate de los medios de comunicación para investigar e informarle de todas las posibles encarnaciones del Anticristo que surjan en el mundo. El protagonista abre varias (y sorprendentes) líneas de investigación que le llevan a poner en tela de juicio manifestaciones como la técnica, el nacionalismo, el patriotismo, el comunismo e incluso el cinematógrafo. Sus reparos son menos religiosos y mucho más una advertencia contra los peligros de una industrialización rampante que se estaba llevando por delante los valores morales del mundo tradicional. No nos podría parecer más pertinente a día de hoy que Capitán Swing hayan publicado un libro como este «El Anticristo«.