Aceptamos que los César siguen sin tener el glamour de los Oscar… Pero, ¿no son infinitamente más interesantes que la versión yanki? ¿Las películas candidatas no suelen atesorar una calidad media muy superior a las que optan por la estatuilla hollywoodiense? Y es que en Francia siempre han podido alardear de tener una de las industrias cinematográficas no sólo más potentes del mundo, sino también de una valía magnánima (ya nos iría mejor en España si aprendiéramos de su chovinismo a la hora de ensalzar lo propio). La cuestión es que, sin demasiadas sorpresas, la cinta que acumuló más premios durante la noche fue ese «Un Profeta» que acaba de desembarcar en nuestras tierras: en total, fueron nueve galardones que incluían categorías tan jugosas como mejor película, mejor director y mejor actor. El resto de premios se repartieron de forma más equitativa: mejor actriz para Isabelle Adjani por «The Day of the Skirt«, mejor actriz de reparto para Emmanuelle Devos por «In The Beggining«, mejor film extranjero para Clint Eastwood por «Invictus» (por encima de «Avatar» y de… ¡»La Cinta Blanca«!)… Y dos homenajes para Harrison Ford por su carrera y para el recientemente fallecido Eric Rohmer. Y que nosotros tengamos que conformarnos con los Goya.