Que digan lo que quieran. El mismo Baz Luhrmann ha respondido a las críticas más duras contra su película en Cannes con un mayestático «a mi lo que me importa es que la gente vaya a ver mi película«. Y lo cierto es que cualquiera con dos dedos de frente es consciente de que la revisión de «El Gran Gatsby» por parte del autor de «Moulin Rouge!» es uno de los eventos cinematográficos de la temporada, algo imposible de eludir. Para empezar, por lo ya dicho: la visión espectacular que tiene Luhrmann del cine, digan lo que digan, casa a la perfección con la pompa original del mundo plasmado por F. Scott Fitzgerald (y, de hecho, ambos parecen haberse especializado en buscar las grietas oscuras a ese envoltorio dorado). Pero hay más motivos para pasar por taquilla y ver «El Gran Gatsby«: la banda sonora es de órdago (y Baz es de los pocos realizadores que sabe sacarle los colores al término «audiovisual»), el casting es pluscuamperfecto (Leonardo DiCaprio, Carey Mulligan, Tobey Maguire… ¿quién da más?)… Por una vez, y por raro que parezca de viniendo de mi, sólo puedo decir: ¡a la mierda con los críticos!
Aun así, y aunque mi primer impulso es no recomendar ningún otro film para este fin de semana, al final me he ablandado y no he podido evitar destacar también «Kauwboy«: la historia de un niño que afronta la rotura de su hogar estableciendo una tierna amistad secreta con una cría de grajo… Preparémonos para una delicadeza desarmante.