Tenemos que reconocer que la editorial Pálido Fuego nos fascina por muchos motivos… Pero, más que probablemente, la característica que más nos deja siempre alucinados es la pleitesía absoluta que rinden a Foster Wallace. Porque, a ver, después de publicar algunas de las primeras obras de este autor, ¿no resulta simplemente genial que otra de sus novedades venga abalada por el hecho de haber sido usada como ejemplo literario de la banalidad asumida en el entretenimiento televisivo en el ensayo «E Unibus Pluram» de Foster Wallace? Estamos hablando de «Mi Primo, Mi Gastroenterólogo«, un tomo que muchos consideran una novela hecha y derecha mientras que otros definen como un compendio de relatos cortos… Al respecto de lo que no hay ningún tipo de duda es que «Mi Primo, Mi Gastroenterólogo» viene a ser la confirmación absoluta de la maestría de su autor, Mark Leyner, después de que lo petara a niveles estratosféricos y consiguiera colarse en el número uno de ventas de la lista de The New York Times gracias a su ensayo «¿Por Qué Los Hombres Tienen Pezones?» En esta ocasión, Leyner sigue apuntando alto con una crítica feroz del carácter efímero de las modas tanto en la alta como en la baja cultura. No es difícil entender por que Foster Wallace adoraba este libro.