Todos hemos jugado de pequeños alguna vez al «Veo, veo.». Cuántas horas perdidas hemos pasado todos intentando adivinar lo que ven otros sólo para pasar el rato… Los chicos de Mon Oncle también jugaron una vez al «Veo, veo…«, pero lo hicieron de una forma muy especial: colgaron fotos con objetos cotidianos en sus redes sociales y pidieron a los niños (y no tanto) que les mandaran mensajes con lo que veían ellos, pero no con esos ojos que están sobre la nariz, sino con los de la imaginación. Y alucinaron con las respuestas recibidas, porque del objeto más sencillo y anodino aparecieron naves espaciales, espadas, guerreros, trenes y princesas rebeldes. Con esto se dieron cuenta de que lo importante no es el objeto, sino el cariño y la imaginación que hay detrás de él y la ilusión con la que se recibe; y, por ello, pusieron en marcha su propia línea de complementos y accesorios para peques. Pequeñas muestras de amor y cariño encapsuladas en peculiares objetos que pueden funcionar como un adorno original o como un regalo de lo más bonito.
De esta forma, en el catálogo de Mon Oncle se pueden encontrar un montón de complementos para los más peques de la casa (aunque también tienen un apartado para mayores): desde pajaritas y corbatas para los más presumidos hasta cuellos de quita y pon para las más coquetas. Pero no sólo puedes encontrar accesorios textiles, sino también originales juguetes que les ayuden a ejercitar la imaginación y a divertirse fuera de los márgenes de ese mundo de la infancia más consumista. Porque, como dicen ellos mismos, «No es más grande el regalo que más vale ni el que abulta más«; y porque también «un regalo es mucho más que un producto: es una manera de envolver, de presentar, de dar«. Estos son los motivos por los que cuidan hasta el más mínimo detalle, desde la calidad final de ese objeto que tan especial será para los niños hasta su envoltorio, que en este caso está hecho de manera artesanal (la papelería y el packaging) con una imprenta del siglo XIX. Cada tarjeta, cada bolsa, cada caja están impresas una a una en un centro ocupacional, y los productos cosidos a mano por profesionales del sector de la moda. Objetos únicos… como esos niños a los que van dirigidos.