Si este año es la celebración de algún aniversario que festeje alguna fecha señalada en la vida de Henry David Thoreau, nosotros no nos hemos enterado. Por eso nos sorprende ver cómo, en los últimos tiempos, parece ser que la figura del escritor / filósofo se ha reactivado de forma sorprendente: en los últimos meses, por ejemplo, han llegado hasta nosotros dos publicaciones como las «Cartas A Un Buscador de Sí Mismo» (publicadas por Errata Naturae, tal y como te explicamos aquí) o ese «Boston: Sonata Para Violín Sin Cuerdas» (publicado por Automàtica) en cuya trama el espectro de Thoreau y el lago Walden juegan un papel primordial. Por eso nos parece totalmente coherente que ahora sean Capitán Swing los que se sumen a la recuperación de la figura de Thoreau con la publicación de «El Diario (1837-1861)«, que viene a ser una versión más asequible (tanto en lo teórico como en lo económico) de los diarios completos publicados por Princeton. En las páginas de este tomo se encuentra el gérmen de todas las ideas naturalistas que luego fascinarían en los libros de Thoreau, pero también se encuentra aquí un retrato de la vida del propio autor, su visión al respecto del resto del mundo (incluídos sus amigos) y, sobre todo, su particular concepción de la belleza. Puede que no sea el centenario de nada relativo a Thoreau… Pero, para nosotros, como si lo fuera.