De cuando en cuando surgen en la industria musical ciertos fenómenos que disfrutan un ascenso de popularidad exponencial, traduciéndose esto en un aumento de ventas, de asistencia en conciertos y de apariciones televisivas, entre otras consecuencias de los hypes. En muchas ocasiones, todo esto ocurre a raíz de una canción prometedora, sin contar los grupos con ninguna referencia discográfica, como les ocurriera más o menos recientemente a bandas como Magic Kids, Everything Everything o Perfume Genius. El caso que nos ocupa, Villagers, es otro más en esta interminable lista: un sólo EP como valedor de su talento, aquel interesante “Hollow Kind” de febrero de 2009, ya le abrió las puertas para tocar en algunos festivales de las islas como el Latitude y el Oxegen irlandés. A partir de ahí todo vino rodado: el contrato discográfico con Domino (primer grupo irlandés firmado por la disquera británica que lleva a Arctic Monkeys y Animal Collective entre otros) y su debut con este “Bcckoming a Jackal” (Domino / PIAS Spain, 2010) que nos ocupa.
Cabe recordar como anécdota que no es la primera vez que Conor O’Brien (imposible tener un apellido más irlandés) siente las mieles del éxito, pues formaba parte de esa banda llamada The Inmediate que, con su debut de 2006, fue llamada a ser una de las mejores agrupaciones irlandesas de la nueva década gracias a canciones más en la típica onda indie rock británica. Se separaron por diferencias existenciales y, desde ese momento, nuestro protagonista comenzó a trabajar en canciones en solitario en las que se olvidaba de la electricidad y desnudaba su música hasta dejarla acompañada de una simple guitarra y su preciosa voz. “Beckoming a Jackal” es la continuación natural de ese proceso que comenzó hace ya unos años. Un trabajo realizado de arriba a abajo por el irlandés, desde la composición, las letras o el album-art hasta tocar todos y cada uno de los instrumentos que aparecen acertadamente en la grabación, un trabajo arduo pero que Conor hace parecer sencillo, llegando a sorprender lo mucho que este joven es capaz de transmitir por momentos con la única ayuda de su guitarra y su voz, y aquí la comparación con el excelso Conor Oberst de “I’m Wide Awake It’s Morning” se me antoja inevitable, y no sólo por el nombre o el parecido físico, que también existe.
La principal novedad en Villagers la encontramos en que este “Beckoming a Jackal” no suena como viene haciéndolo el folk clásico de este tipo de cantautores, pues aquí O’Brien se las apaña para hacer un hueco a ciertos arreglos orquestales, piano e incluso alguna incursión electrónica, con la que pretende buscar esa perfección que perseguía cuando grababa seis o siete versiones de cada una de las canciones, como ha afirmado en varias entrevistas. El sonido general del disco es meláncolico, oscuro, y eso queda patente desde el primer tema, pues el piano y las cuerdas fantasmales de “I Saw the Dead” son totalmente intencionadas. Vienen después los coros del single “Beckoming A Jackal” y ese aire tenebroso que nos acompañará durante toda la grabación, “Ship of Promises” y “The Meaning of Ritual” (Bright Eyes total). La segunda mitad del disco comienza con la electricidad de “Home” pero esto es sólo un espejismo, porque O’Brien vuelve pronto a agarrar la acústica para ofrecernos entre otras “Set The Tigers Free” y mi favorita “Twenty Seven Strangers” cerrando con “To be Counted Among Men” y “Pieces” que recuerda tremendamente al dublinés Damien Rice con una orquesta detrás.
“Beckoming A Jackal” es un disco notable, merecedor incluso de una nominación para el Mercury Prize de este año, (sí, ese que se llevaron The xx con toda justicia) que nos descubre un pedazo de artista como es este chico con cara de niño. Un trabajo en el que las letras adquieren una gran importancia, grandilocuente por momentos y en el que la hipnótica voz de Conor O’Brien acompañada de esas simples melodías logran atraparnos en ese ambiente agónico en el que parece estar instalado. Otro cantautor brillante que se suma a la liga de los Bon Iver, Damien Rice o Conor Oberst… Menuda plantilla.