Más de diez años le ha costado a Anders Nilsen construir su opus magna, este «Grandes Preguntas» que se extiende a la largo de ni más ni menos que 600 páginas… Pero que nadie se deje llevar por esta cifra y piense en una novela gráfica atiborrada, una historia-río de esas en las que las páginas van cargadas de diálogos antinaturales y de sucesos comprimidos. Ni mucho menos: «Grandes Preguntas» es un cómic que toma el modelo clásico de la fábula y que, más que un argumento epatante, lo que busca es la reflexión del lector. Antes de seguir, sin embargo, una advertencia: por mucho que esto sea una fábula, Andersen huye de las respuestas morales y prefiere dejar al lector perdido en sus propias preguntas. Y eso, sin duda, significa que vamos bien en este tomo que aborda la historia del piloto superviviente de un avión que es derribado y que cae en un espacio indefinido, entre la estepa rusa real y un espacio mental abstracto donde se desatará la confusión: las aves que habitan el lugar confundirán al avión con un pájaro y a la bomba que transporta con un huevo. A partir de aquí, los habitantes de esta estepa imaginaria se dividirán entre los que acogerán al visitante y los que lo mirarán con recelo… Y hasta aquí podemos leer. Sólo añadimos que, sin lugar a dudas, «Grandes Preguntas» (editado en nuestro país por Sins Entido y Fulgencio Pimentel) tiene pinta de cómic del año. Avisados quedáis.