- En abril se produce el asalto de Fort Sumter, en los hoy EE.UU, por parte de los confederados. En el mismo año, Marx y Engels publican «La Guerra Civil en Estados Unidos«, una recopilación de artículos sobre la Guerra de Secesión. Coincidiendo con el estreno de las películas «Lincoln» y «Django Desencadenado«, los textos relativos a Lincoln y el tema de la esclavitud acapararon momentáneamente la atención librera. Entre la espesura, llegó la luz de Capitán Swing, que publican «Guerra y Emancipación«, una compilación de los escritos que Abraham Lincoln y Karl Marx produjeron en relación a la Guerra Civil estadounidense, junto con la correspondencia que mantuvieron y con selección y prólogo de Andrés de Francisco.
La primera pregunta que se nos pasó a muchos por la cabeza fue: ¿Lincoln y Marx escribiéndose cartas? Aunque hay que puntualizar que realmente los remitentes fueron la Asociación Internacional de Trabajadores y el embajador de EE.UU. en Londres, ambos coincidieron en la idea de la abolición de la esclavitud en Norteamérica y mostraron admiración mutua. Marx, que desde el comienzo apoyó indudablemente a la Unión, manifestó su desacuerdo con respecto a la prensa británica, que afirmaba que el conflicto que se estaba desarrollando al otro lado del Atlántico se basaba en una cuestión arancelaria, argumentando también la pugna entre dos partes claramente diferenciadas: unos estados esclavistas y unos estados partidarios del trabajo libre, que se vieron obligados a tomar medidas revolucionarias para mantener y expandir sus posiciones. Marx, sin embargo, la planteó como una cuestión por la esclavitud: el deseo de la Confederación de mantener la posesión de mano de obra frente al del Partido Republicano del Presidente Lincoln de erradicarla lo antes posible, con unos 300.000 propietarios decidiendo el destino de más de 20 millones de personas.
A través de los textos de «Guerra y Emancipación«, entre los que no menos destaca la gran introducción de Robin Blackburn, se puede apreciar la evolución de las ideas de ambos abolicionistas, viendo que Lincoln apostaba por una emancipación gradual de los esclavos, acordando la concesión a sus propietarios de una compensación; y que, a partir de la publicación de la «Proclama Provisional de Emancipación» de 1862, Marx y Engels tuvieron plena confianza en el Presidente estadounidense en lo que respecta a un acontecimiento clave del siglo XIX que repercutió de forma esencial en toda la historia posterior.
[Marta Lozano]