Pedro The Lion fue una de las bandas alternativas más peculiares de la época en que se pasó del siglo XX al XXI: formados en Seattle a mitad de los 90, se desmarcaban de los sonidos más influyentes de su ciudad natal en aquel momento para recurrir a otros palos del amplio abanico pop-rock (indie-rock, emo, acoustic-pop, slowcore…) con los que entregar obras preñadas de relatos emocionales sobre las relaciones interpersonales y las conexiones humanas con Jesucristo. De ahí que, en algunas ocasiones, se les metiese en el saco del denominado rock cristiano, aunque su música no se circunscribía únicamente a ese círculo y era capaz de llegar a cualquier tipo de oído. Hecho que quedó demostrado cuando el grupo liderado por David Bazan decidió dar carpetazo a su carrera tras haber facturado uno de sus mejores discos: “Achilles’ Hill” (Jade Tree, 2004).
Casi diez años después, muchos de sus seguidores aún siguen echando de menos a Pedro The Lion, a pesar de que les quedó el consuelo de ver cómo el propio Bazan iniciaba su trayectoria en solitario siguiendo derroteros similares aunque, en varios momentos, más cercanos al estilo privado de cantautores como Vic Chesnutt o Mark Kozelek. Pero, por suerte para los aficionados, el músico de Seattle ha empezado a desempolvar en directo el legado de su antigua banda en una gira llamada “David Bazan plays Pedro The Lion”, que se podrá disfrutar en España a lo largo de cuatro fechas a finales del mes de febrero: el 23 en Barcelona (Sala BeCool), el 24 en Madrid (Moby Dick), el 27 en Ourense (Café & Pop Torgal, dentro de los festejos de su décimo aniversario) y el 28 en Bilbao (Kafe Antzokia). Ya sabéis: recuperad vuestros discos de Pedro The Lion y refrescad la memoria para acudir a estos conciertos con la lección bien aprendida.