Puede que «pocas sorpresas en los Golden Globes» sea un titular tan tópico como «pocas sorpresas en los Emmys» o «pocas sorpresas en los Oscar«… Pero, ¿qué vamos a hacer si esa ha sido la tónica de la gala de 2013? Si hubiera que puntualizar algo mínimamente sorprendente para conseguir un primer párrafo con un poco de punch, sería inevitable hablar, básicamente, del hecho de que «Girls» se haya alzado como la mejor comedia de la temporada contra todo pronóstico y contra unos competidores mucho más Goldent Globe friendly. También podría sorprenderle a alguien que Amy Poehler y Tina Fey hayan demostrado que puede conducirse una gala divertidísima sin necesidad de recurrir a la burrada vulgar del último (e incluso del primer) Ricky Gervais. Pero, evidentemente, los únicos sorprendidos por este último punto serán aquellos que no conozcan el finísimo y sublime humor de dos de las más grandes actrices surgidas de la familia de «Saturday Night Live«.
Pero nada de avenzar acontecimientos: lo primero es lo primero, y la alfombra roja de los Golden Globes ha sido tan previsible como el propio palmarés. Muy pocas actrices se atrevieron a salirse de su propio estilo o a intentar sobresalir en unos premios que, si en antiguas ediciones había destacado por permitir un ambiente mucho más informal, en esta ocasión se ha confirmado como un espejo de la sosería generalizada en los Oscar. En todos los sentidos. E incluso a la baja, como demuestra el hecho de que Sofia Vergara haya aplacado su vena exhibicionista con un traje ante el que sólo podías pensar «tetas» pero que, sin embargo, era mucho más sobrio que lo acostumbrado en la ya icónica Gloria de «Modern Family«. Sea como sea, sí que brillaron (para bien) una Jessica Chastain vestida de Calvin Klein reforzando su rollito de dama clásica, Anne Hathaway de un blanco sencillo que realzaba su belleza o Julianne Moore tirando de amiguismos y luciendo impresionante en un Tom Ford. Y para mal también brillaron Lena Dunham embutida en un vestido diseñado por un colega que debe odiarla y que no quería que la creadora de «Girls» pudiera moverse con libertad, Adele vestida (de Burberry) absolutamente igual que en todas sus apariciones públicas de los últimos años y, sobre todo, Helen Mirren mostrando mucha valentía pero cero buen gusto vestida de Forever 21 (o Bershka, no nos queda claro). ¿Y ellos? Pues ellos, normal, como siempre. ¿Alguna vez se les pegará a los machos un poco del rollito pelea de gatas de ellas por ver quién lleva el trapo más epatante de la alfombra roja? No caerá esa breva.
Una vez metidos de lleno en la gala, había expectación por el discurso de apertura de Tina Fey y Amy Poehler… Y se pasaron la expectación por el chichi haciendo chanza de los asistentes sin traspasar aquella delgada línea roja que Gervais dejó atrás desde el minuto cero en otras ocasiones (lo siento, pero es que el listón de Ricky es con el que han tenido que lidiar las dos humoristas). Eso no impidió que se cebaran con la afición al nudismo de Lena Dunham, el conocimiento de la violencia de primera mano por parte de Kathryn Bigelow (en referencia a su matrimonio con James Cameron), la solvencia de Anne Hathaway para interpretar a personajes solos ante la desgracia (tanto en «Les Misérables» como en aquellos Oscar que presentó junto a un ausente James Franco), la reiterativa presencia de Quentin Tarantino como protagonista de las pesadillas sexuales de Tina Fey (algo que el director no pareció encajar demasiado bien) o el hecho de que Meryl Streep se tuvo que quedar en casa por culpa de un resfriado… pero que seguro que estaba genial en su papel de resfriada.
Tras semejante arranque, se echó de menos una mayor presencia de las actrices durante el cuerpo de la gala, pese a que fueron apareciendo aquí y allá como nominados ficticios y dando paso a algunos de los presentadores de las categorías. Pese a los reiterativos fallos de prompter (¿qué pasó con el premio que ni llegó a presentar Paul Rudd?), la gala tuvo suficientes momentos divertidos como para sobrellevar el tedio de la concatenación de premios… Fue extraño ver aparecer a Bill Clinton para presentar «Lincoln» y que todo el mundo se pusiera en pie para recibirle (las presentadoras aportaron humor al momento cuando hablaron de él con mucha excitación como «el marido de Hillary«), aunque no tanto como ver a un Tarantino más desencadenado (y pedo) que su Django o a un Jeremy Irons con chaqué (¿quién coño sigue llevando chaqué en el siglo 21?). Por suerte, esos momentos se vieron contrarrestados por el humor de algunos de los mejores presentadores (como la guapísima Kristen Wiig acompañada de Will Ferrell, sin duda los dos que se comieron con patatas al resto… a excepción del dúo Aziz Ansari / Jason Bateman) e incluso de algunos de los premiados (ese magistral Michael Haneke afirmando que nunca hubiera esperado recibir un premio en Hollywood de mano de un austríaco como Arnold Schwerzenegger), pero sobre todo por el ataque de sinceridad de Jodie Foster al recibir el premio honorífico Cecil B. Demille y hacer lo que todo el mundo ha esperado que hiciera desde hace mucho tiempo: salir del armario (aunque de una forma algo ambigua y enrevesada, imposible decir si por los nervios o porque se le fue de las manos).
¿Y los premios? Volvemos a la cantinela del principio: nada de sorpresas… En cuanto a televisión, «Homeland» arrasó en drama de igual forma que en los pasados Emmy (¡boring!), mientras que «Girls» fue la única campanada de la noche al erigirse como triunfadora absoluta de la comedia catódica. «Game Change«, sin embargo, arrasaba en la categoría de Miniserie o TV Movie tal y como se esperaba, pero es que esta era una de esas ocasiones en la que lo esperable no quedaba reñido con lo desado. En cuanto a los galardones cinematográficos, otra bicefalia previsible: «Les Misérables» vapuleó a sus rivales en la sección Comedia o Musical (demostrando la esquizofrenia de una categoría en la que un film como el de Tom Hooper, puro drama, compite contra el humor puro y duro de último cuño), mientras que en «Argo» la labor de Ben Affleck se veía distinguida contra otros directores con mucha más solera pero que, sin duda, no han entregado últimamente sus mejores películas. Así que poca sorpresa aquí también. Lo mejor será celebrar el Golden Globe del «Amour» de Haneke… y esperar que esto sí que sea la antesala de un triunfo absoluto en los Oscar, donde el film está nominado en cinco categorías. Esperemos que, por una vez, los Oscar sean tan previsibles a este respecto como nos lo parecen ahora mismo, en plena resaca de los Golden Globes.
La lista total de los premiados en los Golden Globes 2013 es la siguiente:
MEJOR SERIE DRAMA. «Homeland»
MEJOR ACTRIZ TV DRAMA. Claire Danes, por «Homeland»
MEJOR ACTOR TV DRAMA. Damian Lewis, por «Homeland»
MEJOR SERIE TV COMEDIA. «Girls»
MEJOR ACTOR TV COMEDIA O MUSICAL. Don Cheadle, por «House of Lies»
MEJOR ACTRIZ TV COMEDIA O MUSICAL. Lena Dunham, por «Girls»
MEJOR MINISERIE O TV MOVIE. «Game Change»
MEJOR ACTOR MINISERIE O TV MOVIE. Ed Harris, por «Game Change»
MEJOR ACTRIZ MINISERIE O TV MOVIE. Julianne Moore, por «Game Change»
MEJOR ACTOR DE REPARTO TV. Kevin Costner, por «Hatfields & McCoys»
MEJOR ACTRIZ DE REPARTO TV. Maggie Smith, por «Downton Abbey»
MEJOR DIRECTOR CINE. Ben Affleck, por «Argo»
MEJOR PELÍCULA DRAMA. «Argo»
MEJOR ACTOR CINE DRAMA. Daniel Day-Lewis, por «Lincoln»
MEJOR ACTRIZ CINE DRAMA. Jessica Chastain, por «Zero Dark Thirty»
MEJOR PELÍCULA COMEDIA O MUSICAL. «Les Misérables»
MEJOR ACTOR CINE COMEDIA O MUSICAL. Hugh Jackman, por «Les Misérables»
MEJOR ACTRIZ CINE COMEDIA O MUSICAL. Jennifer Lawrence, por «Silver Lining Playbooks»
MEJOR ACTOR DE REPARTO CINE. Christoph Waltz, por «Django Unchained»
MEJOR ACTRIZ DE REPARTO CINE. Anne Hathaway, por «Les Miserables»
MEJOR GUIÓN CINE. Quentin Tarantino, por «Django Unchained»
MEJOR PELÍCULA DE HABLA NO INGLESA. «Amour«, de Michael Haneke
MEJOR PELÍCULA DE ANIMACIÓN. «Brave»
MEJOR BSO. Michael Danna, por «Life of Pi»
MEJOR CANCIÓN. «Skyfall«, de Adele