Antes de que todo vuelva a la normalidad, antes de que el regusto a uvas se pierda en nuestro paladar, antes de que todo el mundo vuelva a enfrascarse en su curro (o no) y se olvidé que hace dos días era 2012, antes de que nos veamos engullidos por las rutinas semanales (lunes horrible, martes terrible, miércoles horripilante, jueves angustioso, viernes pre-sábado, sábado de despiporre, domingo temiendo el lunes), antes de que estemos contando los días hasta el próximo puente, las semanas hasta las próximas vacaciones e incluso los meses hasta el próximo Año Nuevo… Antes de todo eso, no quería dejar pasar la oportunidad de que el primer post del año en Fantastic Plastic Mag fuera una declaración de intenciones. Porque cierto es que, tal y como mucha gente se apresuró a plantar en sus respectivas redes sociales, el «adiós» al 2012 fue hartamente alegre por aquello de que, básicamente, fue un año de mierda. Un año de mierda generalizada. Pero, por si alguien no lo ha notado todavía, en esta web no somos nada complacientes con el acto de regodearse en la mierda: preferimos mirar hacia adelante siempre con optimismo por mucho que eso pueda implicar que nos tachen de ñoños, blandurrios o benevolentes. Una de nuestras máximas es no malgastar espacio bitcheando: ¿por qué perder el tiempo hablando mal de algo que detestamos cuando podríamos invertir ese tiempo y ese esfuerzo en transmitir nuestra pasión por algo que nos apasiona? (¿Alguien se ha preguntado alguna vez por qué no dijimos ni mú en el lanzamiento del «Centipede Hz» de Animal Collective?)
Lo dicho, entonces, se aplica al adiós / hola que acabamos de vivir. Para nuestra web, 2012 ha sido un buen año: ha sido el año en el que hemos visto un crecimiento exponencial en relevancia, contenidos, visitas… Y, por lo tanto, no vamos a quejarnos para nada. Lo que vamos a hacer es desear desde ya (y desde nuestra moñería habitual) que el 2013 sea mejor todavía. Vamos a seguir con nuestra política del positivismo, vamos a seguir empeñados en que un medio de comunicación puede ser relevante sin necesidad de recurrir a la facilidad del critiqueo injustificado o al amarillismo y el chismorreo como deporte nacional. Lo haremos con ilusión, gracias a nuestros colaboradores (sin los que esto no sería posible y de los que podemos afirmar que somos una pequeña gran familia con un buen rollo que acaba saliendo a relucir en nuestros textos) y lo haremos gracias a nuestros lectores, a vuestros comentarios y vuestra impliación. Lo haremos por nosotros, porque como ya he dicho somos unos buenrolleros natos, pero sobre todo lo haremos por vosotros, porque suponemos (aunque no queremos creerlo del todo) que 2013 va a ser un año que va a necesitar de ese optimismo. Y, sin más dilación, empezamos a trabajar este año tarareándole esa gran estrofa de Soft Cell al 2012, con decisión y fuerza, pero con la cabeza bien alta: «Take your hands off me / I don’t belong to you, you see / Take a look at my face for the last time / I never knew you, you never knew me / Say hello, wave goodbye«. ¿He dicho ya que somos un poco moñas?