La lista de los mejores libros del año es, muy probablemente, la más clásicas de todas las que realizamos en estas fechas en la redacción de FPM… Pero, precisamente por eso, la disfrutamos especialmente. Sabemos que leer todos los libros publicados en un año es una tarea imposible, así que nos esforzamos más bien en hacer una pequeña (gran) selección ideal para los lectores del resto de las listas: si te gusta la misma música, el mismo cine y la misma moda que a nosotros, lo más probable es que te guste leer los mismos libros que van rulando entre nuestros colaboradores en forma de consejos y préstamos. O, si no, quién sabe, a lo mejor puedes sacar buenas ideas para regalos navideños de entre estos 15 librazos que nos han fascinado durante el año 2012.
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15. NADA / Blake Butler (Alpha Decay). Un ensayo sobre el insomnio sólo podía estar escrito de la manera en la que lo escribe Blake Butler. Pero, un momento, empecemos por el principio: ¿es esto un ensayo propiamente dicho? Desde las primeras páginas de «Nada«, el autor muestra un despreocupado desdén a la hora de resultar didáctico o sentar cátedra sobre el tema: los datos científicos aparecen aquí y allá, pero este libro no va de eso. Si quieres información sobre esta enfermedad, mejor busca en una enciclopedia, porque lo que hace Butler es más bien hablar de su propio insomnio: de cómo le afecta (los pasajes en los que describe su liturgia cada día antes de dormir es entre escalofriante y fascinante) y de cómo se entrelaza con el resto de planos de su propia realidad (la arriesgada comparativa con la enfermedad de su padre sorprenden a la vez que subyugan). Para bien o para mal, además, «Nada» está escrito siguiendo el ritmo, la cadencia y el tempo de esas espirales de pensamiento en las que caes cuando no puedes dormir. Y, como toda buena espiral, las palabras de Blake Butler acaban resultando hipnóticas.
14. LA TIENDA Y LA VIDA / Isabel Sucunza (Blackie Books). Isabel Sucunza es periodista, locutora de radio, editora, lectora y pensadora compulsiva, pamplonica, barcelonesa de adopción y, durante doce días, fue dependienta en la tienda de camisas que tiene su hermano en un centro comercial de l´Hospitalet de Llobregat. Sucunza afronta lo de ser dependienta ocasional como un reto más que como un fracaso -el de no tener un trabajo de ocho horas decente y remunerado, lo que básicamente le obliga a coger el primer… erm… trabajo de mierda que le sale-, y para ello dejar buena cuenta escrita en forma de dietarios de todo lo que se le pase por la cabeza durante los días que dure su substitución en una tienda Macson. Dietario que, en última instancia, Blakie Books ha editado en forma de libro titulado “La Tienda y La Vida“. De esta forma, lo que empieza siendo un estudio antropológico del “homo centris comercialis” que compra camisas en una tienda especializada (así como de las madres / novias / amigas que van con ellos o les compran por encargo) acaba por ser una sesuda y dispersa reflexión sobre literatura, filosofía, política y maneras de vivir en general. [leer más]
13. RESCATE / David Malouf (Libros del Asteroide). Cierto pasaje de la conversación en la que Príamo explica la naturaleza de su decisión a Hécuba, su esposa más querida, desvela hacia la mitad de la novela la verdadera grandeza del nuevo trabajo de Malouf: “Creo que lo que hace falta para cortar este nudo que a todos nos ata es algo que nucna antes nadie ha llevado a cabo ni concebido. Algo imposible. Algo nuevo“. Se refiere a algo tan inaudito como colgar sus ropajes de rey y presentarse ante su mayor enemigo como un hombre cualquiera, como un padre que lo único que quiere es recuperar el cadáver de su hijo. Se refiere a algo tan sencillo como dejar de lado el orgullo y la soberbia para presentarse ante un igual de la forma más humilde posible. Se refiere, al fin y al cabo, a buscar la solución más sencilla y humana para un conflicto que se ha ido de las manos de ambas partas, sobredimensionando su desproporción hasta llegar a un punto estanco en el que las mayores locuras (Aquiles arrastrando el cadáver de Héctor por la arena frente a las murallas de Troya) se acaban considerando naturales. Y aquí que cada uno se lo tome como quiera, pero la recuperación y ampliación que David Malouf realiza con este pasaje de “La Ilíada” enmarcado una situación (política, social, económica) como la presente resulta de todo menos casual. [leer más]
12. KALLOCAÍNA / Karin Boye (Gallo Nero). Resulta curioso que en esta novela, escrita hace más de 70 años, haya un pasaje como el siguiente, narrado desde el punto de vista de esa sociedad “futura” a la que vemos tan inverosímil llegar (la negrita es mía): “Y si todas las actividades de ocio debieran verse un día postergadas en pro del incremento del necesario ejercicio militar, si la infinidad de lujosos conocimientos y habilidades superfluas que antaño se incluían en nuestra formación debieran dejarse a un lado en beneficio de la orientación ineluctable de la formación específica de todos y cada uno de nosotros como trabajadores al servicio de la industria, que es absolutamente imprescindible, ¿tendríamos derecho a quejarnos? No, no, y no. Somos conscientes de que el Estado lo es todo, el individuo, nada, y nos agrada que así sea. Somos conscientes de que la mayor parte de la llamada “cultura” es y será un lujo reservado a un tiempo en el que no nos amenace ningún peligro«. [leer más]
11. MARI KLINSKI / Ainhoa Rebolledo (Honolulu Books). Puede que Lena Dunham se planteara en sus «Girls» si es la voz de su generación… Pero, en el caso de que exista algo como «la voz de una generación», Ainhoa Rebolledo está muy cerca de atrapar la de la suya (la de los que ahora mismo tienen menos de 25 años y escriben como hablan desdeñando la ultracorrección que obsesiona a muchos otros). Lo prueba en «Mari Klinski«, 70 páginas que se leen como quien pasea por un blog: tan pronto te habla de las bicicletas de su infancia como salta a sopesar la calidad de vida de diferentes ciudades internacionales en relación a cómo dejan las bicis en la calle. Todo para llegar, al final de todo, a la historia de Mari Klinski: una bicicileta que acompaña a la autora por Barcelona y que le sirve de lupa para observar de cerca el comportamiento algo absurdo de los ciclistas, los peatones y los conductores en general. Los «Diarios de Bicicleta» de David Byrne se convirtieron en piedra de toque de una generación (otra, la que está por encima de los 30) que ha tomado este vehículo como medida ecológica y medio para vivir más de cerca la ciudad… «Mari Klinski» es lo que viene después.