Seguimos «ampliando» nuestras listas anuales… Esta vez, las remodelaciones la aplicamos a los mejores conciertos del año. Teniendo en cuenta que nuestra sección de crónicas de directos ha echado fuego durante estos doce meses, estaba cantado que querríamos alargar nuestra compilación para 1. Fardar de los textazos que hemos ido escribiendo y 2. Ser más rigurosos a la hora de capturar la prolífica cosecha de un año que, sin embargo, ha sido bastante triste al desbartar el espejismo transitorio que muchos nos creímos hace un par de temporadas: que la gente ya no compraba discos, pero al menos iba a conciertos. Los aforos medio vacíos de muchas salas durante estos meses ha venido a rectificar esa impresión y llevarla hacia otra algo más triste: la gente ya no compra discos ni va a conciertos, ¿pero al menos va a festivales? Algo es algo.
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20. Rebolledo + Matías Aguayo (Primavera Sound 2012, Barcelona)
19. Little Boots (Copérnico, Madrid)
18. Antony & The Johnsons (Jazzaldia, San Sebastian)
17. Los Planetas (Primavera Club 2012, Barcelona)
16. The Field (Primavera Sound y Primavera Club, Barcelona)
15. Modeselektor (Sónar 2012, Barcelona). A ver: las cosas, claras… y las drogas, duras. Tan duras (en el buenísimo sentido de la palabra) como la actuación que ofrecieron Modeselektor: se les nota encantadísimos de soltar sus temazos como quien suelta a los fantasmas a las tantas de la madrugada, con las hordas de trolls noctívagos que lo único que quieren es partirse una pierna bailando. Esto no es piyuleo. Esto no es poligoneo. Esto es, básicamente, la puta polla. [leer más]
14. Father John Misty (Music Hall, Barcelona). Existió sobre el escenario una palpable tensión que no es nueva en Father John Misty: Tillman suele ser muy reiterativo en sus entrevistas al respecto de su intención de ser tomado en serio, por mucho que suela dinamitar esa voluntad con unas letras con ciertos arranques humorísticos y con otro puñado de buenas declaraciones admitiendo que este proyecto nació de la voluntad de divertirse y de divertir al público. Sobre el escenario, a esta ligera esquizofrenia hay que sumarle la tensión entre sus canciones (que, más allá de la intención de fondo, en la forma siguen siendo puro folk-rock en la línea de Fleet Foxes, Midlake o Devendra Banhart) y el personaje que las está bailando y cantando como si todas fueran “20th Century Boy“: Tillman da golpes de cadera y juega con plumas dentro de sus manos incluso en las canciones más serias, rebajando continuamente la seriedad del conjunto y haciendo que el show baile a medio camino entre el acto de rigurosidad musical y laboutade cándida. [leer más]
13. Destroyer (Sinsal X, Vigo). “Kaputt” (Merge, 2011), uno de los discos destacados del año pasado (elegido mejor noveno álbum internacional por esta casa), situó a Dan Bejar y a su banda, Destroyer, en el pelotón de cabeza del revival ochentero de nuevo cuño gracias a su pop de corte elegante, sonoridad dócil e interpretación aterciopelada. Dada la delicadeza de su propuesta, su traslación a las tablas exige que se cumplan ciertos requisitos para que alcance el oído del oyente de manera ideal: no basta con retener mentalmente la pureza que la caracteriza, sino que, además, se necesita situarla en la atmósfera adecuada, definida por los tres mismos adjetivos antes utilizados. La mayoría de las veces resulta complicado, por no decir imposible, materializarla por meras cuestiones logísticas. Pero la agencia viguesa SinsalAudio aprovechó la oportunidad para conseguirlo y, a la vez, llevar el concepto de actuación en directo a su expresión más elevada en una nueva demostración de su olfato para transformar este tipo de acontecimientos en estampas especiales y la intervención de Destroyer en unos de los puntos culminantes del Festival Sinsal X. [leer más]
12. Swans (Primavera Club 2012, Barcelona). Y de repente, ¿qué era aquello? Sí, esos adminículos amarillentos que protruían en el pabellón auricular la gente a tu alrededor. ¿Un nuevo accesorio hipster? ¿Unos pendientes de Lanvin? Ah, OK, tapones para los oídos. Pero la utilidad de esos pequeños trozos de espuma adquiere dimensiones discutibles en un ¿concierto? así. Porque, con Swans, el sonido adquiere auténtica fisicidad y te golpea no sólo en el tímpano, sino más bien en la córnea, en el cielo de la boca, en el mesenterio. Uno puede notar cómo la doble percusión acompañada de las guitarras desbocadas de Gira y compañía te van arrancando el periostio casi a mordiscos. Swans nos dieron lo que sospechábamos y, aun así, uno se iba a casa con el susto en el cuerpo: habíamos escuchado el hilo musical que seguramente suena en la sala de espera del purgatorio. [leer más]
11. Bat For Lashes (Teatre Arteria Paral·lel, Barcelona). Por lo que realmente debería ser recordado es precisamente por ser la confirmación de una nueva y excelente Bat For Lashes… Un vistazo rápido al escenario bastaba para darse cuenta de la transmutación: la banda estaba formada por una selección de músicos guapos sacados de un catálogo de modelos hipsters, todos vestían de blanco (exceptuando el batería, al que se le permitió un total look negro), el único atrezzo era un fondo oceánico siempre en semi-penumbra y cuatro lámparas de aceite tipo marítimo que emitían una luz cálida evidentemente eléctrica… Y, claro, la protagonista absoluta vistiendo un traje de una única pieza con una falda larguísima y mangas abombadas alternando el blanco y el negro. Nada más. La nueva Natasha se ha desprendido de la piel de la histriónica Pearl (el personaje / espectro que se apoderó de ella en el magnífico “Two Suns” -Astralwerks, 2009-) y ahora se dirige hacia una nueva persona, que no personaje, a medio camino entre el crooning adicto a las torch songs y el off Bradway más arty. Sus movimientos sobre el escenario, sinuosos y tendentes a lo abstracto, así lo confirmaban: el cuerpo de Khan sigue siendo una herramienta de expresión, pero ahora lo es de forma mucho más contenida y controlada. [leer más]