Puede que el concierto de Bat For Lashes del pasado 22 de noviembre en Barcelona se recuerde como el primero de los damnificados por el cierre temporal de la Apolo. Ese mismo día amanecíamos con la noticia de que la actuación de Natasha Kahn era reubicada a una nueva sala, el Teatro Arteria. Pronto cundiría el pánico al filtrarse noticias de que la Sala Apolo había sido clausurada hasta nuevo aviso debido a ciertos peligros en la estructura del edificio… Y ahí estamos (estos días se están anunciando las salas en las que se reubica su programación hasta una reapertura que todos esperamos con fuerzas que tenga lugar bien pronto). Sea como sea, resulta que el cambio tampoco fue algo traumático: el Teatro Arteria está situado justo al lado de la Sala Apolo, así que el público sólo tuvo que andar unos metros para acceder a un concierto que nos sorprendió a todos a la entrada: mientras la audiencia accedía al local, los teloneros Race Horses abrían un círculo entre el público y desbrozaban allá mismo, en riguroso y valiente acústico, todo un conjunto de temas de pop orquestal con ciertos toques de romanticismo oscuro que obligó a los asistentes a mantener un sorprendido y pulcro silencio que, más que seguramente, se traduciría en numerosas búsquedas en Google de vuelta a sus casas. Empezábamos bien. Muy bien.
Pero si finalmente este concierto de Bat For Lashes es recordado por su cambio de sala, será toda una injusticia. Por lo que realmente debería ser recordado es precisamente por ser la confirmación de una nueva y excelente Bat For Lashes… Un vistazo rápido al escenario bastaba para darse cuenta de la transmutación: la banda estaba formada por una selección de músicos guapos sacados de un catálogo de modelos hipsters, todos vestían de blanco (exceptuando el batería, al que se le permitió un total look negro), el único atrezzo era un fondo oceánico siempre en semi-penumbra y cuatro lámparas de aceite tipo marítimo que emitían una luz cálida evidentemente eléctrica… Y, claro, la protagonista absoluta vistiendo un traje de una única pieza con una falda larguísima y mangas abombadas alternando el blanco y el negro. Nada más. La nueva Natasha se ha desprendido de la piel de la histriónica Pearl (el personaje / espectro que se apoderó de ella en el magnífico «Two Suns» -Astralwerks, 2009-) y ahora se dirige hacia una nueva persona, que no personaje, a medio camino entre el crooning adicto a las torch songs y el off Bradway más arty. Sus movimientos sobre el escenario, sinuosos y tendentes a lo abstracto, así lo confirmaban: el cuerpo de Khan sigue siendo una herramienta de expresión, pero ahora lo es de forma mucho más contenida y controlada.
Las canciones de Bat For Lashes también se han visto bañadas por esta nueva luz. Evidentemente, «The Haunted Man» (Capitol, 2012) brilló con especial fuerza, componiendo casi la totalidad de un setlist en con puntos álgidos como la infecciosa «Marilyn«, la confirmación de «All Your Gold» y «Rest Your Head» como singles en potencia coreables por masas que agradecen temarrales adictivos pero para nada facilones, el jugueteo estimulante de «Oh Yeah«, la épica absoluta y escalofriante de «The Haunted Man» (cerrada magistralmente cuando Khan alzó en el escenario un viejo transistor que escupía los coros vintage finales que adornan esta composición) y, por encima de todo, la constatación de «Laura» como temón del año y, más que probablemente, como la canción que marcará la carrera de Bat For Lashes. Las cesiones al repertorio anterior se solventó adaptándolo al coolness de la nueva propuesta musical: «What’s a Girl To Do» perdió bruma y oscuridad pero ganó en contundencia, «Daniel» sonará perfecta se toque como se toque e incluso hubo espacio para la sorpresa con la recuperación de una pletórica «Pearl’s Dream» que nadie esperaba esa noche pero que fue abrazada como si no hubiera un mañana. Sea como sea, también hay que reconocer que lo que parecía un limitador de sonido bastante bestia deslució los subidones de algunas canciones… Pero ni eso fue capaz de eliminar la poderosa sensación de que la nueva Bat For Lashes es la que va a hacer historia.
[FOTO: Rosario López]