DEFINICIÓN DE DICCIONARIO. Electronic Dance Music. Ni más, ni menos. No crean que esas iniciales esconden una definición más rebuscada de esta supuesta etiqueta musical, que no es otra que la que engloba toda pieza destinada a la pista de baile construida a través de instrumentos analógicos y digitales. Su fecha de nacimiento suele situarse en la década de los 90, cuando se alcanzó la era dorada de la electrónica como género de amplia envergadura e influencia constatable en otros estilos sonoros más tradicionales. Sin embargo, dado que sus fronteras resultan demasiado difusas, se podría considerar EDM la disco music, el techno y el house (incluidos todos sus derivados) desde el mismo momento en que se concibieron (en las décadas anteriores) y llegaron a los oídos del público.
DEFINICIÓN DE LA CALLE. Teniendo en cuenta que el término comenzó a degenerar los últimos tiempos en el estandarte de las nuevas generaciones de niñatos que, imbuidos por el espíritu trash de la actual MTV, intentan convertir sus vidas en una rave permanente sin saber el significado real e histórico del concepto, se diría que EDM (en clara contraposición a la IDM) es la casa donde se reúnen espantajos de estética fluorescente y extravagante de dudoso gusto (que intenta rememorar, infructuosamente, la que caracterizó los 90 más chillones), cortes de pelo que superan los límites soportables de lo hortera, una visión de la vida que en el futuro sólo les permitiría empujar carritos de la compra en la calle y una obsesión enfermiza por el electro, el bassline y el dubstep pervertidos por drops, paroxistas voces auto-tuneadas, bombos machacones, sierras radiales y subidones infinitos.
SINÓNIMOS. Techno-macarrismo, electro-mamarrachamiento, skrillexismo, zapatilla shore, piyulismo…
ARTISTAS DE REFERENCIA. Skrillex, Deadmau5, Steve Aoki, Avicii, Afrojack, Swedish House Mafia, LMFAO, Hardwell, Duck Sauce…
CANON. Los últimos LPs de Deadmau5 (“> Album Title Goes Here <” –Ultra, 2012-) y Steve Aoki (“Wonderland” -Ultra, 2012-) podrían servir como mapas sonoros de ese universo denominado EDM. Con todo, esos dos nombres y otras de sus autoridades más reconocidas son más proclives a producir singles y EPs y a dejarse vender al mejor postor que busca un remix salvador. El que mejor ejemplifica ese modus operandi es Skrillex (se supone que está horneando su primer largo, “Voltage”), a la sazón impulsor de toda esta fiesta gracias a varios de sus sencillos (“Bangarang”, “First Of The Year (Equinox)” o “Scary Monsters And Nice Sprites”), sus sesiones de dj garrulas y, no lo olvidemos, su descacharrante imagen de lelo gafapasta con rapado capilar lateral transformado en peligrosa tendencia unisex.