Puede que la comprensión global de «Zodiac» (Vase, 2012) dependa demasiado de haber estado atento en los últimos tiempos al apartado «nuevo R&B» dentro de un hipotético (pero siempre soñado) «Sálvame Indie«. A saber: todo empezó cuando Drake puso el foco de la atención pública sobre los desconocidísimos The Weeknd a través de un tweet. En aquel momento, no se sabía absolutamente nada sobre la o las personas que estaban detrás de este proyecto, pero lo que está claro es que temas como «Loft Music«, «The Morning» o «What You Need» fueron los que desataron una de esas pandemias de fanatismo que van acompañadas por la típica caza de brujas empeñada en rastrear y desenmascarar a los hechiceros detrás de un encantamiento. Sea como sea, al final el nombre de Abel Tesfaye se hizo público y el artista no mostró ningún reparo en asumir las bondades entregadas bajo el nombre de The Weeknd. En su primer lanzamiento, «House of Balloons» (The Weeknd, 2011), Tesfaye acreditó a los que a partir de entonces serían sus productores estrella (es decir: Illangelo y Doc McKinney), pero no tardó en entrar una voz disidente que reclamaba la co-autoría de las tres canciones mencionadas más arriba, que fueron precisamente las que definieron los parámetros del sonido de The Weeknd. El tipo en cuestión se hace llamar Zodiac, y aunque Tesfaye nunca se ha pronunciado al respecto (eso sería reconocer que las bases de la renovación del R&B no las puso él en solitario), este chaval de 23 años sí que intentó reclamar lo que era suyo… Hasta que se cansó y decidió hacer lo que tendría que haber hecho desde el principio: permitir que sea la música la que hable.
De esta forma, Jeremy Rose (el hombre detrás de Zodiac) ha dejado que su música hable por él con un EP de debut homónimo en el que, sabiendo que jugar en el campo de The Weeknd le conduciría a una derrota inmediata (más allá de las bases que presumiblemente asentaron juntos, el proyecto de Tesfaye se ha labrado una producción asombrosa con la que profundizar cada vez más en aquel punto de partida), he preferido jugar al despiste. Es evidente que «Zodiac» se ve bañado por la sensualidad nocturna, por el vaivén rítmico y por la electrónica suave y algodonosa con los que The Weeknd le han lavado la cara al R&B: «Come«, con voz de Jesse Boykins III, podría ser el camino a seguir por Tesfaye si, al cerrar su trilogía, decidiera dejarse producir por Balam Acab en un cambio de rumbo con menos lloros y más entrepierna. Pero aquí se acaban las concesiones al sonido que los tomateros buscarán en este EP… La apertura con «Girlgirlgirl» podría achacársele a un Gold Panda que, sin perder su paisajismo de fuegos de artificio sobre el agua, bajase las revoluciones acercándose a un soul bastardo. «So Soon We Change» entra en el terreno de Flying Lotus (o, al menos, del Flying Lotus sin déficit de atención) para dejarse llevar por una espiral digital que cae en picado a cámara lenta. Y, tras el interludio ambient de «Loss Config.«, «138» cierra el EP llevando el nuevo R&B a terrenos de beats más jartos, como un Wise Blood menos preocupado por el alma y más interesado en la suela de los zapatos.
Cinco canciones, dieciocho minutos. Después de contactar repetidamente con «Sálvame Indie» para montar un chocho que ni los Janeiro, Jeremy Rose por fin cuelga el teléfono y se sirve de estas canciones y de estos minutos como trampolín para impulsarse con (mucha) fuerza bien lejos de The Weeknd. Lo consigue con creces: «Zodiac» suena a primer escalón hacia una carrera estimulante que, aunque paralela al nuevo R&B, explorará otros horizontes. A todo esto, desde «Sálvame Indie» hemos estado llamando a Tesfaye para preguntarle qué opina del EP de debut de Zodiac… Pero sigue callado como una puta. ¿El que calla, otorga?