Como ya viene siendo habitual, arranca el Festival Internacional de Cinema Fantàstic de Catalunya (que está celebrando su 45 edición del 4 al 14 de octubre en Sitges) y la redacción en pleno de FPM se pone patas arriba. Es el momento de intentar quedar entre nosotros entre película a película y, sobre todo, son días de ir corriendo de una sala a otra mientras vas buscando a alguien para explicarle lo alucinado que te ha dejado el útlimo film que has visto. Pero ya se sabe: con una programación tan sumamente extensa como la del Festival de Sitges, se hace realmente difícil acertar a la hora de escoger las películas que vas a ver. Así que queremos ponértelo fácil: aquí te dejamos la selección de la redacción de Fantastic Plastic Mag. Con ver estas diez películas, ya puedes quedarte contento… Habrás visto lo mejorcito del festival.
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KEYHOLE. Después de que la primera edición del Festival D’Autor de Barcelona dedicara su retrospectiva a Guy Maddin, este debería ser uno de esos autores que ya no necesitan presentación alguna: su particularísimo imaginario cinematográfico lo ha convertido en una rara avis que se dedica a explorar su particular versión (y visión) del cine silente más clásico. ¿»The Artist» homenaje al cine mudo? ¡Ríete de «The Artist«! La propuesta de Maddin, loquísima y enloquecedora a partes iguales, no sólo remite a aquel cine sin sonido, sino que lleva la propuesta hasta un máximo extremo de una belleza perturbadora. «Keyhole«, su última película hasta el momento, promete alejarse del cine silente para explorar un campo que tampoco queda demasiado lejos de aquel: el cine noir. Lo hace, de nuevo, con Isabella Rossellini como musa absoluta; pero también con una referencia literaria que añade un plus de relevancia al argumento: esta historia de un Ulises que vuelve a casa para retomar el negocio que ha llevado su banda en los últimos tiempos bebe directamente (o, al menos, a la manera de Guy Maddin) de «La Odisea«. Palabras mayores. [Raül De Tena]
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DOOMSDAY BOOK. De Yim Pil-sung no he catado nada, pero de Kim Ji-woon he visto “Dos Hermanas” y “Saw the Devil”, y sólo por esta última, este señor ya tiene mi respeto y mi admiración de por vida (aunque también haya hecho truñazos del tamaño de “The Good, The Bad and the Weird«). La cuestión es que, en “Doomsday Book”, estos dos directores coreanos unen fuerzas para plantear su propia y personalísima antología del Apocalipsis, con la inminente destrucción de la Tierra y el sucumbir de la humanidad como main theme. Por tema quedaba mejor en la edición del año pasado, pero da igual: aquí los directores plantean tres fines del mundo a cada cual más loco: en «A Brave New World» con una especie de Apocalipsis Zombie en el que, por primera vez, vemos el fin del mundo desde el punto de vista de un zombie, en «The Heavenly Creature» con un androide demasiado parecido al de “I Robot” reencarnado en Buda; y en «Happy Birthday» con una trama en la que la Tierra queda a merced del deseo de una niña que imagina un asteroide que va a estrellarse contra el planeta. No es sólo la ración de cine oriental friki que se le debe exigir a este festival: tiene pinta de ser una de las películas más locas del año y un punto y a parte para el cine fantástico coreano. Must see. [Estela Cebrián]
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SOUND OF MY VOICE. Un periodista (Christopher Denham) y su novia (Nicole Vicius) intentan desentrañar mediante la grabación de un documental el fraude que parece esconderse tras la secta liderada por Maggie (Brit Marling), una inquietante joven que dice venir del futuro. Vamos, como si a la rubita aquella de Neutrex se le fuera la pinza y, en vez de traernos una lejía del recopetín, se monta un tinglado de lo más creepy. Debut en la dirección de ese muchachote de apellido casi impronunciable (Zal Batmanglij), mientras que Marling co-escribe y protagoniza, como ya hiciera en «Another Earth«. ¿Sectas con aroma a Sundance en una peli que se va enrareciendo por momentos? ¿Bromeas? Definitivamente, that’s my cup of tea! Película de culto y de cultos. [David Martínez de la Haza]
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IRON SKY. Sólo con echar un vistazo a la sinopsis ya podemos intuir que esta es una de las propuestas más esperadas de este Sitges 2012. Al loro: en 1945 los nazis escaparon a la luna y han estado escondiéndose en el lado oculto desde entonces. En el año 2018, una nave estadounidense aterriza allí con fines propagandísticos, lo cual destapará todo el pastel y acabará desencadenando una guerra entre la Tierra y los nazis lunares. Coproducción entre Finlandia, Alemania y Australia realizada por Timo Vuorensola, todo un personaje que ha dirigido algunas entregas de «Star Wreck«, una serie de parodias finlandesas de ya podéis imaginaros qué saga. [Pedro Vázquez]
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MEKONG HOTEL. Hace dos años, «Uncle Boonmee Recuerda Sus Vidas Pasadas» conseguía un pequeño gran hito dentro de la historia del Festival de Sitges: arrancó con la sala repleta hasta los topes (era una de las sensaciones que más expectación había transmitido a partir el boca a boca), pero finalizó con la platea medio vacía. Eso sí: los que allá nos quedamos, salimos con la sensación de que la de Apichatpong Weerasethakul era una de las películas del año. Esa sensación se confirmaría más tarde… Precisamente por eso toca seguir prestando una atención máxima a la carrera de este director que, ahora, sorprende a propios y extraños con un mediometraje que, si nos fiamos de las voces que llegan desde Cannes, supera en calidad a muchas otras cintas de una duración (y unas pretensiones) mucho mayores proyectadas en el certamen francés. Según el mismo autor, esto no es más que un «bloc de notas» para su próximo largometraje: una fascinante propuesta a medio camino entre el documental y la ficción en la que asistimos al espectáculo de una Thailandia asolada por las inundaciones. La vemos, además, desde el hotel del título, donde habitua una madre vampira. Y esto, por loco que suene, es algo que no sorprenderá para nada a los adoradores de Weerasethakul. Que, por cierto, somos legión. [RDT]
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BEASTS OF THE SOUTHERN WILD. Llegar con el sanbenito de ser la ganadora de la última edición del Festival de Sundance puede ser o muy bueno… o muy malo. Esperemos que, en este caso, las credenciales sean positivas. Por lo que se ha podido ver de esta película, no hay motivo para esperar lo contrario. En los lindes de un bayou sureño, en pleno corazón del New Orleans menos romántico y más salvaje y con la cerniente amenaza del Katrina en el horizonte, viven Hushpuppy (interpretada por una, dicen, increíble Ouvenzhané Wallis) y una comunidad que se rige por unas reglas que dictan la naturaleza y la pobreza a partes iguales. En un entorno tan duro como onírico, esta niña de seis años vive y crece sin conocer otro mundo, aislada y sin temer a la tormenta, dando vida en su mente a un mundo donde lo infantil y lo fiero se dan la mano sin timidez y sin miedo, y que tendrá que sobrevivir una de las peores catástrofes climáticas que se han sufrido en Estados Unidos en los últimos tiempos. Un “Where the Wild Things Are” meets “Whale Rider” versión sureña en una cinta que promete ser tan emocionante como emotiva, que desprende ingenuidad y fuerza y que, seguramente, nos deje en más de un momento con la lagrimilla resbalando por la mejilla. [EC]
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PIETA. El León de Oro del último Festival de Venecia es una de las películas a priori más atractivas en el -por otra parte, brillantísimo- cartel de esta edición, y debería contarse entre las imprescindibles de todo buen aficionado. La historia del encuentro entre un hombre que se dedica a amenazar a gente endeudada con métodos poco sutiles (Lee-Jung Jin) y la que dice ser su madre (Jo Min-Soo) está cargada de brutalidad, violencia y sexualidad raruna, mezclando además iconografía religiosa cristiana. Tiene por tanto todos los ingredientes clásicos del mejor Kim Ki-Duk, así que esperamos que el prolífico maestro surcoreano (¡18ª película!) vuelva a deleitarnos como ya hiciera con «Bin-Jip» o «Samaria«, ya que lo último que hemos visto del autor («Bi-mong» y «Shi gan«) nos dejó pelín fríos. [DMDLH]
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COMPLIANCE. No todo son zombis, alienígenas o monstruos de diversa condición: en Sitges, a veces el terror viene de lo más cotidiano… Y este es el caso de este relato, basado en una increíble historia real en la que una broma telefónica acabó desencadenando un terrible caso de abusos en un restaurante de comida rápida en Estados Unidos. Delante de la cámara se ponen Dreama Walker (a la que conoceréis los que hayáis visto «Don’t Trust the B—- in Apartment 23«) y la veterana Ann Dowd (también rostro habitual de mil y una series); y detrás, el norteamericano Craig Zobel, cuya única referencia hasta el momento es la poco conocida comedia «Great World of Sound«. [PV]
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SIGHTSEERS. Más ecos desde Cannes: «Sightseers» se estrenó en la Quincena de Realizadores… y la puso patas arribas. Tampoco es algo que debiera pillar de nuevas a los sitgófilos, ya que la anterior película de Ben Wheatley («Kill List«) causó también un buen revuelo en la pasada edición del festival. «Sightseers» viene a subir las apuestas que ya pesaban sobre la cabeza del realizador: es esta una comedia negrísima en la que una tipa bastanta paradita se enamora hasta las trancas de un barbudo ideal que se la lleva de viaje en su caravana. A mitad de camino, se destapa el pastel y el barbudo ideal se revela como un barbudo psicópata, convirtiendo el trip paisajístico en una ristra de despiporradas situaciones de violencia. ¿Ecos en el tono de la producción ejecutiva de Edgar Wright (director de «Scott Pilgrim«)? Puede ser. Por otra parte, resulta imprescindible completar el visionado de «Sightseers» con otra de las pelis del festival: «Down Terrace«, también de Ben Wheatley y nunca estrenada en nuestro país. Doble sesión de esas que te van a dejar con el culo torcío. [RDT]
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HOLY MOTORS. Junto con “Cosmópolis” de Cronenberg, este es el gran estreno del festival. Uno de aquellos por los que merece la pena acercarse a Sitges, pagar la entrada y comerse una quilométrica cola de dos horas. «Holy Motors» aterriza con opiniones encontradas después de estrenarse en Cannes: unos dicen de ella que es una masterpieza, otros que es una abominación y un coñazo. Que digan lo que quieran, pero que hablen; es lo que podría estar pensando Leos Carax ahora mismo. De entrada, apunta a peli loquísima, embriagadora y oscura pero, sobre todo, extraña y esquiva. Puede ayudar a ello su críptico argumento: abarca las 24 horas de un tal señor Oscar que (sobre)vive y muta en un Paris ceniciento y sucio y que es, sucesivamente, asesino, empresario, padre de familia y deshecho de la sociedad, lo que tranquilamente le va a servir al film para plantear un discurso post-apocalíptico y salvaje que no dejará indiferente a nadie. Además, sale Kylie Minogue, y Boyero dijo de ella que es “espantosa y una sucesión de tonterías” lo que indica que, seguramente, será una de las mejores películas del año. [EC]