Atracción, placer, diversión, fetichismo pero también tabú, dolor y cliché… Todo son sustantivos que se pueden aplicar al sexo sin cerrar a los ojos. ¿Cómo puede ser que un acto a priori tan básico a día de hoy todavía de para sustantivos tan opuestos? Vivimos en una sociedad hipersexualizada y, sin embargo, no puedes colgar una foto de un desnudo en una red social sin correr el riesgo de que te cierren la cuenta. En esas paradojas estamos.
Ese tipo de barreras mentales e incluso sociales son las que Inés Troytiño quiere echar abajo con «Nude Name: A Sex Photography Exhibition«, una exposición de fotografías de desnudos en los que el acto sexual y el cuerpo humano son el máximo protagonista. No hay lugar al rubor o a la vergüenza: el sexo lo practicamos todos y está en nuestras vidas, entonces ¿por qué no reunir a aquellos fotógrafos que mejor lo han plasmado con sus cámaras? Es más, ¿por qué no probar a ver qué reacciones y qué química despiertan en el espectador el ver una imagen al lado de otra, el sentirse invadido por ese poder tan irresistible que desprende un cuerpo desnudo? Esta es precisamente la intención de esta exposición: mostrar y provocar, pero siempre buscando una complicidad en el que observa y, por qué no, un breve momento de reflexión porque, en palabras de la propia Inés, lo que busca con esta exposición es «Ver qué se esconde en las necesidades humanas» pero «con una construcción expositiva (…) No quiero fotos porqué sí. Quiero piezas de un puzle con el que todo el mundo pueda jugar«. Será muy difícil salir indiferente.
La exposición se inaugura esta tarde y estará en la Galería Hartmann (en la calle Santa Teresa 8 de Barcelona) hasta el próximo 1 de octubre. Todas las obras estarán, además, a la venta.