Hay ganas de «Mátalos Suavemente«. Muchas ganas. Aunque sea sólo porque su estreno ha sido la excusa para que la revista «Cuadernos de Cine» (ya sabes: la antigua «Cahiers du Cinema España«) se marque un más que recomendable especial sobre la era Obama y su plasmación directa e inderecta en el mundo del celuloide… Algo impensable si lo aplicamos a las dinámicas entre política y cines españoles, ¿verdad? Sea como sea, al film de Andrew Dominik se le viene tachando desde lejos como extremadamente simplista en su discurso político (y, lo que es peor: de tener un tufillo republicano un poco chungo), pero eso no quita que también se esté señalando a «Mátalos Suavemente» como una divertidísima muestra de cine negro de gángsters. Y, sobre todo, nadie negará que pica mucho la curiosidad saber qué han hecho Dominik y Brad Pitt en su reencuentro después de «El Asesinato de Jesse James por el Cobarde Robert Ford«… Un suma y sigue en toda regla.
Dejando de lado el estreno de «A Roma con Amor» (porque Woody Allen está más allá del límite del bien y del mal en lo que a recomendaciones se refiere), sin embargo, hay otra película que esta semana puede ensombrecer a «Mátalos Suavemente«: se trata de «Martes, Después de Navidad«, un triángulo amoroso de toda la vida (hombre casado dividido entre el amor por su esposa y la pasión por su amante) que, sin embargo, se transforma en algo mucho más interesante al caer en las manos de Radu Montean. ¿Que por qué? Porque el director surge de las entrañas del cine rumano para mostrarnos, más que posiblemente, una nueva visión lejana de las oscuridades que nos llegan habitualmente desde allá.
Y, esta semana, además, un tercer premio que, en otras circunstancias, sería el ganador absoluto: «Somos La Noche» llega a la cartelera con mucho pero que mucho retraso, pero eso no impide que el magnetismo que desprende esta cinta de vampiras lésbicas siga totalmente intacto. Aunque sea para desengrasar la máquina después de las dos pelis anteriores, hay que ver «Somos La Noche«.