A una parte de la redacción de FPM le encantaría estar ahora mismo en Hawaii (la otra ya disfruta de otras playas paradisíacas más cercanas). Pero como no puede ser, nos consolamos recordando «Lost«, escuchando a Elvis y babeando con la nueva colección de gafas de Maui Jim.
En cuanto hemos visto sus monturas, nos hemos imaginado con unas de ellas camino de un volcán apagado vestidos con cuatro pajas y dos cocos (sí, necesitamos unas vacaciones ya). La colección combina el estilo aventurero con la elegancia exótica, y nos llaman especialmente la atención sus modelos de aviador y los de carey, que juegan con colores divertidos y que captan la frescura de la procedencia de la marca. Muchos de los modelos están ideados para ser usados mientras se practican actividades de ocio típicas de las Islas del Pacífico como el windsurfing, jugar al tenis en una pista de tierra con la selva de fondo o torpedear en la cubierta de un yate con la única preocupación de si te apetece destapar el Don Perignon rosado.
Porque sí, Maui Jim es una marca 100% hawaiana, y ahora os explicaremos por qué, además de tener un diseño llamativo, son ideales para estos meses. Esta es una marca especialmente preocupada por la salud ocular y que pretende incidir en el comprador en el hecho de que las gafas de sol no son sólo un complemento más, sino un objeto necesario para nuestra vista. Hawaii es uno de los puntos con mayor incidencia de luz solar en la Tierra, y los que las visitan o habitan (¡afortunados ellos!) pueden disfrutar de una gama de colores paisajísticos inéditos para los habitantes de ciudades de hormigón y parques artificiales. En 1980, los técnicos de la firma se plantearon el reto de proteger a sus clientes de las radiaciones ultravioleta sin que por ello el ojo se perdiera ni un ápice del festín visual que son los parajes hawaianos; y, por ello, desde entonces trabajan los cristales con la intención de obtener las gafas de sol perfectas: aquellas que protejan pero que permitan una visión nítida y sin oscurecer. Para lo que utilizan las más modernas técnicas ópticas (que no voy a reproducir aquí porque leerlo es como ver el final de «Lost«: sabes que has visto algo importante pero se te escapa) y el resultado es impactante, unas gafas de sol que permiten ver tal cual. Además, nos aseguran que pueden graduar cualquier cristal, sea cual sea su graduación (sí, hasta la Repu podría llevarlas).
Así que, mientras añoramos los paisajes perdidos que de momento no visitaremos, nos consolamos pensando qué modelo nos vamos a agenciar este verano.